Este sumario es de una riqueza de luz y color verdaderamente fascinante. Página por donde se mire, página capaz de inspirar cualquier capítulo televisivo de Los Soprano. O similar, siempre en versión casposa. De la lectura de este guión sobre la Lanzarote Connection hemos sabido que Dimas Martín, el capo di tutti capi, realizó unas obras ilegales en su casa de Los Rostros, municipio de Yaiza, pero tuvo la poca fortuna de tropezar con unos policías locales que tramitaron un expediente de denuncia. Rápidamente, el jefe del clan despliega sus encantos e influye en Gladys Acuña (PIL) y en Suso Machín (CC) para que, en amor y compaña de Leonardo Rodríguez (jefe del urbanismo de Yaiza) convenzan al concejal de Seguridad del municipio para que no dé trámite a esa acción de disciplina urbanística. Y si se da trámite, que al menos se haga al golpito, para que de tiempo de terminar la casa, llegan a proponerse. Y nada de precintar, que si quieren paralizar que se paralice, pide Dimas, que levantar un precinto son palabras mayores. Sobre todo cuando se tienen antecedentes penales.