Por si fuera poco el descontrol y sus consecuencias directas sobre los administrados, el desastre reinante perjudica también a las corporaciones locales canarias. A estas alturas de marzo el departamento que dirige José Manuel Soria todavía no sabe lo que se recaudó en enero en materia de REF, lo que significa que ayuntamientos y cabildos están actuando a ciegas, sin capacidad previsora y sin poder realizar una acción coherente de inspección sobre los posibles impagados. Unas administraciones locales, por cierto, que ya venían sufriendo los rigores de un Gobierno regional y de un consejero de Economía y Hacienda que las maltrata constantemente en materia tributaria y de transferencias de capital. Para que luego presuma el señorito de ser el mejor gestor que ha pisado las moquetas del poder en las Islas.