Nos escribió desde su Blackberry la noche del miércoles -demasiado tarde para entrar en esta sección tan modosita- el alcalde de Santa Brígida para decirnos que es mentira, rabiosa mentira, que su Ayuntamiento se haya gastado en un puchero canario los dineros de la Unión Europea para mejora de la agricultura de medianías. Los 35.000 euros obtenidos a través de la Consejería de Agricultura, de la que es responsable su compañera de partido Pilar Merino, se destinaron, según el Niño Bravo, a “21 carpas, veinte de pequeño tamaño y una de grandes dimensiones con el fin de cubrir los distintos actos y eventos que a lo largo del año, y en especial ferias ganaderas y agrícolas, y el puchero canario, organizamos”. Hasta ahí la explicación, que se complementó este jueves con un comunicado más oficial alegando que hasta el puchero puede considerarse sarao de fomento agropecuario, lo cual tiene sus matices. Pero Sataute es así. Lo malo es que nos hemos enterado de que ha habido más dinero para más carpas. Sobredosis de carpas.