Lamentablemente para una villa tan hermosa, la de Santa Brígida sigue siendo noticia en los tribunales. A las continuas irregularidades de sus anteriores mandatarios municipales (el parterre, la ferretería, el mamotreto, la exoneración de impuestos, los chalecitos en terreno municipal...) sumen algunas de las floridas actuaciones de los actuales concejales, algunos de ellos inasequibles al desaliento. Desde el pasado mes de junio ha tenido entrada en la Fiscalía de Canarias un escrito del Ayuntamiento satauteño poniendo en conocimiento del Ministerio Público unos extraños acontecimientos relacionados con unos fondos del Servicio Canario de Empleo que se emplearon en obras municipales para los que no estaban destinados. Una inspección del Gobierno de Canarias detectó que una parte de los dineros fueron a parar a la mejora de unos accesos pertenecientes a un particular, concretamente a la empresa de catering La Vaquita del Monte.