López Aguilar se refirió a varios momentos en los que, en otras circunstancias, habría que haberse planteado una dimisión “por dignidad”. Como el plagio de Romero Pi y algunas filtraciones a la prensa. Entró al trapo de los que le han requerido para que señale quién le está haciendo la vida imposible para que se marche. “Tú Jerónimo”, dijo cariñosamente al líder histórico, cogiéndole incluso de una mano cuando Saavedra trató de defenderse. “Incluso donde crees que puedes hablar en confianza”, remachó, para que no hubiera dudas de que quería señalar al presidente como responsable de estas incomodidades últimas. Y preguntó de modo retórico si a alguien de los presentes se le puede ocurrir pensar que Manuel Chaves, presidente del PSOE, pudiera hacer lo mismo con Zapatero.