A Pepe Alemán le ha dado un par de veces la calentura de quererse marchar de Canarias. La situación política de aquí, el asfixiante anquilosamiento de los mecanismos democráticos, el conchabo pornográfico entre poderes públicos y privados y la mucha incomprensión, han contribuido a la ventolera. Pero siempe se ha quedado, por furtuna para todos. Su reconocimiento público ha sido exactamente eso, un reconocimiento a una persona admirada por todos. Quede claro para los que no lo traten que Pepe Alemán se encuentra en plena forma, sigue fumando puritos Coronas y tomando Etiqueta Negra. O sea, que no lo estábamos despidiendo, ni mucho menos.