No gustó a algunas autoridades aeroportuarias grancanarias nuestro comentario de ayer sobre las condiciones en que se encuentra el edificio de aparcamientos del aeropuerto de Gando. En un extremo, eternas goteras, en el otro, una gruesa capa de tierra que se levanta cuando pasan los coches para que todo lo allí aparcado se quede convertido en un papal. Y todo ello, pagando suculentas tarifas, que ya es sabido que AENA cobra saladito hasta por respirar. Pues bien, a lo dicho ayer debemos añadir hoy otro comportamiento abusivo de este organismo, que sólo tiene un empleado para atender todo el edificio de aparcamientos. Y termina pagando el usuario, como es menester.