Decíamos que se acerca septiembre peligrosamente para la Autoridad Portuaria de Las Palmas, y más concretamente para su presidente, José Manuel Arnáiz, el cargo público sin carné que más cachetadas ha aguantado en la nacionalidad en toda su historia, incluida la pre-hispánica. Tiene protectores que quieren que acabe unas tareas, convencidos de que tienen que estar todas hechitas y sin borrones antes del 30 de septiembre. Luego, se acabó. Sin embargo, hay quienes le han cogido cariño y andan tratando de proponer, en benéficas cenas, que se le salve la cabeza a cambio de ponerle al lado un eficaz y operativo director del Puerto. No calculan los que esto proponen que el director que está, Chema Hernández, está porque está, porque si no, no estaría.