La vendetta contra Aday Ruiz tiene sus raíces en el principio de su mandato, cuando recibió alguna que otra llamada telefónica del director de Canarias7, Francisco Suárez Álamo, manifestándole su malestar por la aparición de publicidad del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria en los medios de comunicación del grupo CANARIAS AHORA. Las broncas de Suárez Álamo por teléfono fueron siempre memorables, y arreciaron en los últimos meses al recibir de manos de Pepa Luzardo las cuentas de la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria donde, efectivamente, aparecen los gastos publicitarios perfectamente justificados y documentados. El equipo de gobierno de la ciudad corregía de aquel modo una injusticia histórica que se venía cometiendo con CANARIAS AHORA, en cuyos medios jamás invirtió un euro en publicidad la Corporación que presidió primero José Manuel Soria y luego nuestra admirada Pepa Luzardo. Pero al director de Canarias7 le parecía mal: quería que se nos siguiera marginando de un modo absolutamente abusivo y antidemocrático.