Tardaron un poquito en el gabinete de comunicación del teatro Pérez Galdós, (¡ay, Teresa!, ¡qué cruz!) en quitar la horterada del besamanos de la alcaldesa y sustituirlo por la palabra “recepción”. Fue la comidilla del día, y será la coña marinera en la jornada inaugural del teatro Pérez Galdós, cuando los elegidos invitados se planten ante ese imponente cuadro de Pepa Luzardo esperando que le rindan pleitesía. A las 12.40 de ayer, el teatro cambió su web, pero el Ayuntamiento fue un poquito más remolón, quizás esperando por Teresa, que andaría ocupadísima gestionando ella directamente (y no a través de una agencia de publicidad, como se hace siempre) la publicidad a contratar en los medios. Bueno, en algunos medios. Ejem, que también denunciaremos al teatro por discriminación, como hemos hecho con el Cabildo y con el Ayuntamiento.