La comisaria provincial se ha quitado de enmedio justo en el momento más tenso de las relaciones internas en la Policía Nacional, con otro escándalo del inspector relacionado con la droga de El Cotillo a punto de estallar, y con la urgencia de poner orden en una comisaría con las tripas transparentes y podridas como es la que dirige en Puerto del Rosario el colega de sindicato de Sagrario de León, Jesús Redondo. El comisario de Fuerteventura está de vacaciones; su segundo, Luis van Grieken, también, aunque eso no ha sido óbice para que se acercara por comisaría a firmar la apertura de otro expediente disciplinario, y sin el número uno y el dos en la plaza, para allá se ha personado nada más y nada menos que el comisario provincial en funciones, José Luis Santafé, con dos funcionarios del Cuerpo adscritos a Régimen Disciplinario para abrir expedientes y tomar declaraciones a los policías destinados en Fuerteventura. Poco les podemos contar, de momento, de lo que andaban buscando en Puerto del Rosario el primer responsable de la Policía Nacional en la provincia de Las Palmas con tanto interrogatorio en comisaría, pero ya pueden ustedes imaginarse que no pinta ni medio bien en Madrid que esté Canarias un día sí, por los excesos policiales en las calles, y otro también, por los excesos policiales en las comisarías, en primera plana de la mala imagen del Cuerpo. Las fuentes majoreras ya apuntan, de todos modos, que la intención de la comisaria provincial encargando este marrón a su pasador de panes es dar la impresión de que intenta embridar como sea una comisaría en la que las líneas rojas se difuminaron hace demasiados años, y de la que pronto saltarán todas las alarmas con 14 años de cárcel... viento en popa a toda vela.