Pasaron este martes por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) dos planes generales muy polémicos, el de Santa Cruz, que por fin concluye su accidentada singladura, y el de La Laguna, que continúa sufriendo un tremendo zarandeo en casi todos los órdenes, aunque no se divulgue mucho. Porque, como en las guerras, en estos de los planes urbanísticos la verdad suele ser la primera víctima. Lo denunció nuevamente este martes Sí Se Puede, que en un comunicado ha asegurado que sus ruedas de prensa se cubren pero no se publican o directamente no se cubren, aunque sean convocadas para dar cumplida respuesta a las activas campañas que se promueven desde el Ayuntamiento de La Laguna a través de sus terminales vecinales más combativas, como la Federación de Asociaciones de Vecinos Aguere, que no deja títere con cabeza, que es convenientemente amplificada y que se queda sin respuesta por decisión de las empresas periodísticas. Allá cada cual. Decíamos, yendo a lo oficial, que el Plan General de La Laguna pasó un primer trámite en la Cotmac viendo cómo le aprobaban la Memoria Ambiental, pero con tantos condicionantes que casi hubiera sido preferible que la tumbaran. Los críticos están a la espera de que se publique el acuerdo de este órgano colegiado para conocer con precisión qué es lo que quedó en pie del planteamiento inicial. Como cuenta nuestro compañero Noé Ramón en su noticia, el suelo agrícola vuelve a ser el protagonista porque los miembros de la Cotmac han hecho suyas las numerosas preocupaciones manifestadas por los colectivos del sector y por los vecinos, que descubrieron casi en los minutos de descuento que el nuevo documento se llevaba por delante un 14% del suelo de cultivo y derogaba toda la protección de que disfruta ahora mismo La Vega. Para que se hagan una idea del tamaño de disparate que se pretende perpetrar en esta materia, baste decir que el plan se llevó este martes el voto negativo del representante de la Consejería de Agricultura, que basó su posición en un contundente informe que ya está incorporado al expediente y que deja a los redactores del plan en una posición ciertamente embarazosa.