Aquel Plan General de María Isabel Déniz generó polémica y rumores de todo tipo. Hubo piezas de suelo que, en vez de adaptar a la nueva legislación exclusivamente su nomenclatura, cambiaban hasta de uso. Pero al nuevo Plan General le han caído todas las maldiciones del mundo, entre otras cosas porque volvió a manos del PIL; primero al concejal Antón Hernández, que lo abandonó casi de inmediato por unas durísimas desavenencias con el presidente y amo absoluto del partido, Dimas Martín cuando estalló la primera crisis del pacto con el PSOE. A Hernández lo sustituyó Ubaldo Becerra, detenido este lunes, al que se le asignó en exclusiva la cartera de Plan General, lo que evidencia la importancia que el presidente encarcelado daba a ese documento. El resto del urbanismo de la capital conejera quedó en manos de otro de los concejales detenidos este lunes, José Miguel Rodríguez.