A Willy García es muy fácil ponerlo en un apuro en un consejo de administración, sencillamente porque tiene más cosas que ocultar que mostrar. Y cuando muestra algo lo hace leyendo lo que otros le han escrito, con el saludo de rigor y todo. “Buenas tardes”, se puede leer en su última respuesta a un consejero, lo que nos lleva a pensar que más que asesores técnicos, Willy tiene guionistas. Cosas de la tradición. El otro día dijo que no se acordaba de haberse reunido con Xuancar González, el hombre de Prisa en Canarias, ni de la celebración de una famosa reunión dominical en la que se decidió pedir a Socater una prórroga del contrato de suministro de informativos para (ahora se sabe) ganar tiempo y suspender el concurso que esa empresa habría ganado por haberse presentado en solitario. Pero en los consejos, a Willy se lo vacilan al borde de la Fiscalía, por mucho que Larry Álvarez trate de acusar a los denunciantes (Nueva Canarias y el PSOE) de estar al servicio de Socater. No cuela, aunque conste en acta.