Además de lo espúreo que significa criminalizar a alguien por su militancia política, su raza, su sexo o su credo, algo prohibido expresamente por la Constitución, ya sea éste militante del PSOE, PP, Coalición Canaria, Nueva Canarias o el PIL, Tizón también se defendió ante Rubalcaba de lo que todo el mundo vislumbra: “Es verdad que hay militantes del Partido Popular deshonestos, igual que los hay en todos los partidos, pero no es verdad que nosotros hagamos una estrategia defensiva a estos efectos”, concluyó enfundando la tizona. Todavía quedan vestigios de vida inteligente en el Partido Popular, lo que además de conmovernos nos lleva a pensar que tiene salvación a pesar de algunos de los líderes que padece de modo tan masoquista. Claro que en todos los partidos hay personas “deshonestas”, aunque quizás su señoría quiso decir deshonradas, que la honestidad mide las cosas de la entrepierna, y no las de los dos compartimientos que se encuentran a ambos lados para llevar, por poner un ejemplo, 4.000 euros en efectivo.