Cualquiera que sepa un poquito de informática y de administración de sistemas remotos sabe perfectamente que cualquier terminal puede ser asequible desde el puesto del administrador o administradores del sistema. Tanto con la contraseña del usuario como sin ella, que el control de las contraseñas lo tiene también el administrador. Un lío, ¿verdad? De ahí que agradezcamos sinceramente al fiscal general de Canarias, Vicente Garrido, que este martes puso un ejemplo perfecto para describir el grado de fiabilidad de Atlante, el sistema al que están conectados jueces, fiscales, secretarios y funcionarios judiciales de Canarias. Más o menos, Garrido vino a decir que el asunto es como cuando uno va a un hotel y se mete en su habitación a sabiendas de que hay una llave maestra. Tienes que fiarte de que nadie va a utilizar esa llave maestra para entrar en tu habitación sin tu consentimiento. Efectivamente. Lo malo viene cuando no confías en el director o en la camarera de piso. O cuando el huesped está investigando a uno de los dos. O a los dos. Muchas gracias por el magistral ejemplo, señor Garrido.