Casa África abre con elegancia su temporada de exposiciones
Casa África iniciará con la muestra Un sueño de ida y vuelta su temporada de exposiciones de 2011.
La muestra organizada por la Sociedad de Ambientadores y Personas Elegantes (Sape congolesa) recoge una colección de 80 imágenes de Baudouin Mouanda (República del Congo) y Héctor Mediavilla (España), según informó Casa África en un comunicado.
Esta exposición está comisariada por Mónica Santos y Sandra Maunac, que la presentarán el próximo jueves, 3 de marzo, y permanecerá abierta al público hasta el 29 de abril. En cuanto al horario de visita para el público en general, será de lunes a viernes, de 10.00 a 20.00 horas, de forma gratuita. Para ver esta exposición también se podrán solicitar visitas guiadas para grupos de entre 15 y 20 personas.
Un sueño de ida y vuelta profundiza en un movimiento estético y filosófico “rico” en significados tanto visuales como ideológicos, a través de dos miradas “tan diferentes” sobre este fenómeno como son las de Mouanda y Mediavilla.
Además, con esta exposición se quiere dar a conocer una faceta de la realidad cultural africana contemporánea “tan desconocida como extravagante” y que “transporta simultáneamente a un mundo de elegancia y de supervivencia nacido en los barrios pobres de Brazzaville y Kinshasa”.
Nuevos códigos de conducta
La Sape es un modo de vivir a partir del que se construyen nuevas referencias y nuevos códigos de conducta y “a través del que sus seguidores reivindican su derecho a decidir sobre su destino y a luchar por su felicidad”, adquiriendo una ropa que “ni en sueños muchos podrían permitirse”.
Los sapeurs “ocultan su origen social y logran una victoria a través de una imagen de prosperidad y de éxito social” que lleva consigo un mensaje “el rechazo a una pobreza que se les quiere confinar y la reafirmación de una identidad que demanda un estatus acorde a su sistema de valores”.
Sin embargo, las imágenes de la muestra “contraponen sus visiones”, ya que uno, conocedor directo de la situación de sus compatriotas, presenta una manifestación “dinámica y creativa” de la SAPE, “acentuando el lado teatral y exhibicionista” del fenómeno; mientras que el otro, como observador externo, indaga en la “complejidad” psicológica y social de sus protagonistas, evocando una realidad “poética y romántica” donde los sapeurs parecen soñar sus vidas.
Aunque ambos comparten un objetivo común, el de cuestionar el imaginario que se ha construido sobre África y su gente, ya que con la SAPE se ponen en entredicho los prejuicios.
Mouanda y Mediavilla permiten que se conozca “más a fondo” las reglas y prescripciones de este “arte de la apariencia”.