'Gritos en el pasillo', la revolución de los cacahuetes animados
Por primera vez, un film español se estrena de forma simultánea en cine, DVD y en la Red. Se trata de Gritos en el pasillo, una cinta de animación protagonizada por cacahuetes, que nació como un proyecto modesto, pero que “está dando mucho que hablar”, sobre todo en Internet.
Poco se imaginaba hace dos años el cineasta canario Juanjo Ramírez, el director de Gritos en el pasillo, que cuando “buscaba en los contenedores de Fuerteventura materiales” para construir escenarios, su película llegaría a tener un “lanzamiento internacional”.
Pero este viernes, coincidiendo con el estreno hace 30 años de La Guerra de las Galaxias y “rescatando ese aire friki”, esta película de animación se lanza doblada en español e inglés, y subtitulada en francés, alemán, chino y japonés.
Y es que, según explicó su guionista y director, “se trata de una película universal, que perfectamente pueden entender desde un chino a un español”.
“Es un escaparate de la locura, la venda que nos ponemos para no ver la realidad, pero abordado desde el cariño y mezclando el terror con el humor negro”, explica Ramírez, al hablar de un trabajo en el que los cacahuetes tienen el peso de la interpretación, los perros son nueces y las ratas, pipas.
Ni el tema, ni los protagonistas son casuales. Cuenta este joven cineasta canario, debutante en el largometraje, que fue la película 12 monos, de Terry Gilliam, lo que le inspiró “para dedicarse al cine”, y que ya en su época universitaria había surgido la idea de los frutos secos al pintar, entre bromas, ojos y boca a un cacahuete.
“Queríamos un objeto totalmente inexpresivo para darle vida con los demás elementos del cine”, explica Ramírez, y así nació un “proyecto kamikaze” que contaba tan sólo con 6.000 euros de presupuesto, pero que “fue agrandándose como en una bola de nieve gracias a la colaboración de grandes profesionales”.
Este es el caso de la productora Perro Verde Films, quien también respaldó El bosque animado, y que ahora co-produce esta cinta junto con Producciones Bajo la Lluvia, creada expresamente para esta cinta.
Pero para llegar hasta aquí se han tenido que superar las dificultades técnicas que implican “la inexpresividad de un fruto seco”, un objeto que “al lado de la cámara supone una escala semejante a una hormiga respecto un camión” y que ha requerido de unos mil planos rodados en su mayoría con el único trabajo de Ramírez y el director de fotografía Alby Ojeda.
Gritos en el pasillo se convierte también en “la primera película española que se puede descargar legalmente desde el día del estreno”, con el apoyo de Filmotec, porque para sus creadores “estos nuevos canales de distribución son el futuro”.