Van Gogh ¿un genio trabajador?
LONDRES, 20 (Reuters/EP)
Una exposición en la Academia Real de Londres profundiza en el mundo interior del maestro posimpresionista Vincent Van Gogh con la exhibición de no sólo sus pinturas y dibujos, sino que también de gran parte de su correspondencia.
El pintor holandés escribió cientos de cartas durante una productiva carrera como artista, muchas de ellas dirigidas a su hermano Theo, un comerciante de arte que lo ayudaba económicamente.
La muestra “The Real Van Gogh: The Artist and his Letters”, que se exhibirá entre el 23 de enero y el 18 de abril, es el resultado de una investigación de 15 años de la correspondencia de Van Gogh realizada por el Museo Van Gogh y el Instituto Huygens de la Academia Real de Arte y Ciencia de Holanda.
La exposición cuenta con más de 35 cartas originales raramente exhibidas en público debido a su fragilidad y que ofrecen contexto para las cerca de 65 pinturas que las acompañan.
La correspondencia, en que el artista describe desde lo mundano, como un tipo de lápiz en particular, hasta una poética descripción de las aguas del Mediterráneo, ponen en duda el concepto de Van Gogh como un genio errático y torturado.
“La mirada común acerca de él es que fue un artista algo loco y poco reflexivo que pintaba rápidamente y muy espontáneamente”, dijo la curadora Ann Dumas.
“El sí pintaba muy rápidamente. Pero invertía mucha reflexión y preparación en su trabajo, aún antes de pintar sobre el lienzo”, dijo Dumas a Reuters.
Aunque cortó un pedazo de una de sus orejas, ingresó voluntariamente a un asilo mental y terminó su propia vida a los 37 años, Van Gogh estaba compenetrado en su arte y preparado para trabajar en el perfeccionamiento de técnicas de perspectiva, color y de la forma humana.
Aún en los últimos años de su vida, sus cartas revelan a un hombre aparentemente más preocupado de su oficio que de sus demonios personales y mentales. Días antes de su muerte, escribió a Theo: “(Estoy) dedicándome a mis lienzos con toda mi atención”.
Una carta incompleta que Van Gogh llevaba en el momento de su suicidio en 1890 también forma parte de la exhibición, con una nota de Theo escrita con lápiz diciendo “la carta que llevaba encima el 27 de julio, ese horrible día”.
Críticos británicos han alabado la muestra, particularmente por su enfoque sobre Van Gogh y su arte más que en su enfermedad mental, su automutilación y su violenta muerte.
“La genialidad de esta exposición es que el mismo artista nos dice en sus propias palabras que debemos mirar nuevamente y ver lo que realmente está allí, y no lo que nuestras imaginaciones le han agregado”, escribió el crítico del Daily Telegraph, Richard Dorment.