Al canario se le va la fuerza por la boca
José Manuel Quesada, Secretario de la Unión de Consumidores, ha afirmado este jueves que “la mayoría de las reclamaciones de los canarios van a la papelera por desconocimiento del proceso”. Asimismo, el consumidor de la Islas se caracteriza, según un estudio sociológico que ha realizado esta organización, por ser una personas que “protesta mucho verbalmente pero no sustancia ni remata su reclamación ante la Administración”.
Con esta base han puesto en marcha una campaña para dar a conocer las hojas de reclamaciones, su existencia, la forma de cumplimentarlas y el proceso a seguir para que la queja sea efectiva. Toda esta información se recoge en un díptico del que se ha editado una primera tirada de 50.000 ejemplares que se distribuirán en las zonas comerciales más importantes de Gran Canaria.
Los sondeos de opinión realizados por esta organización revelan que el consumidor canario “conoce muy poco las hojas de reclamaciones”, explicó Quesada, y cuando sí las tiene en cuenta cree que funcionan con el sistema antiguo “ignorando que debe ser él el que envíe un ejemplar a la Administración para que ésta tenga conocimiento”. Por esta razón, lo que normalmente ocurre es que la persona cumplimenta la hoja “y la deja en el establecimiento y como este no tiene obligación legal de remitirla a la Administración, en la práctica va a la papelera con lo que se ha hecho un soberano ridículo”, añadió el secretario de los Consumidores.
Por esta razón, una parte muy importante del folleto se dedica a explicar que deben ser los firmantes de la reclamación los que presenten una copia en el registro general de cualquier Administración y posteriormente hacerle el seguimiento hasta conseguir una respuesta, “así es con lo único que damos por completado el proceso y logramos ir equilibrando la balanza para que se contemplen los derechos de los consumidores”, explicó José Manuel Quesada.
Las Asociaciones en Canarias gestionaron durante el año pasado unas 1.121 reclamaciones, refiriéndose el 26,1% de ellas a servicios de telefonía móvil y de los packs de telefonía, internet y televisión; la vivienda protagonizó otro porcentaje importante, un 19,4%. A cierta distancia se mantienen otras categorías, como el transporte (4,9%), las reparaciones y mantenimiento del hogar (4,5 por ciento), la alimentación (3,6 por ciento), las agencias de viajes (3%) o los servicios bancarios (2,9%).