Los canarios se dejan seducir por el turismo de cruceros
El turismo de cruceros ha registrado un fuerte incremento este verano en las Islas Canarias, donde las reservas han crecido un 20% con respecto a la temporada anterior, informó el presidente de las Agencias de Viajas de Las Palmas, Rafael Gallego.
Este incremento obedece en buena parte al aumento de los tipos de interés, así como a que los paquetes de viaje que se ofrecen en los cruceros se han multiplicado y son bastante atractivos desde el punto de vista económico, con un precio cerrado “que ayuda a no llevarse sustos” al final del viaje, explicó Gallego.
El resto de las salidas que se prevén fuera de la Comunidad Autónoma ha registrado un aumento de entre un 6 y un 9%, indicó Gallego, quien estimó que un 40% de los canarios viajará fuera de las Islas Canarias este verano.
El 60% restante sigue eligiendo las islas como principal destino para pasar sus vacaciones, pues, a pesar de los cambios de tendencias producidos en los últimos veinte años, el turismo de sol y playa es el que prima.
Fuerteventura, Lanzarote y el sur de Gran Canaria son los lugares adonde históricamente se desplaza el mayor número de canarios, afirmó Gallego.
Cuando se animó a salir de su tierra el canario, Madeira se convirtió durante mucho tiempo en el primer destino internacional, recordó Gallego, quien señaló que aún es un lugar muy visitado por “nuestros isleños”.
Durante el pasado año se desplazaron 5.000 canarios a Madeira, si bien la mayoría de ellos, el 80%, lo hizo en los meses de julio y agosto.
Según Gallego, el turista canario prefiere destinos a los que lleguen vuelos directos y de Europa, como Inglaterra, Amsterdam o la República Checa, que son los lugares más demandados y en los que la mayoría emplea una semana para visitar, y a los que opta entre un 15 y 16% de los canarios que deciden pasar sus vacaciones en el exterior.
'España Verde'
La Península y en concreto la zona norte de la cornisa cantábrica, conocida como la España Verde, es otro de los lugares más visitados en verano y al que se desplaza el 20% de los isleños.
La organización de estos viajes ha cambiado, pues cuando se iniciaron a través de la campaña de la España Verde, eran en grupo, los desplazamientos por la Península se hacían en guagua y el paquete se ofrecía con todo incluido, mientras que ahora se hacen “a medida”, detalló Gallego.
El paisaje, la cultura, la gastronomía y sobre todo los precios, “de los más económicos”, son los factores que determinan que el norte de España siga siendo muy visitado por los canarios.
Destacó que Marraquech, el destino turístico por excelencia de Marruecos, “no termina por arrancar”, a pesar de que la compañía aérea Binter Canarias ha creado un vuelo directo desde las Islas.
Marruecos recibe seis millones de turistas al año, pero las visitas de los canarios no son masivas.
A juicio de Gallego, la proximidad geográfica en lugar de favorecer el turismo lo ha perjudicado, al igual que la “mala prensa” de Marruecos por el conflicto del Sahara, a cuyo pueblo la sociedad canaria apoya.
A estas situaciones se ha unido la amenaza terrorista, pero llama la atención que este riesgo también se corre en destinos como Egipto o Turquía, adonde sí viajan los canarios, señaló Gallego.
Los trayectos de larga distancia son más minoritarios pero también son demandados, así en Australia, Alaska, Estados Unidos, China, Bali o en cualquier otro lugar del mundo se puede encontrar uno con un canario, pues la barrera para viajar ha quedado reducida a la economía.
“Ya no existen las barreras psicológicas ni geográficas que obstaculizaban las salidas hace años”, al contrario, ahora es “impensable” no salir de viaje en los meses de las vacaciones de verano y a lo largo del año, manifestó.
Los viajes se han ido desestacionalizando y se aprovechan los carnavales, la Semana Santa, el puente de diciembre e incluso los fines de semana para hacer escapadas a las islas, a las que está perjudicando la huelga de los pilotos de Binter.
Gallego consideró que la campaña Canario, conoce tu tierra, que se emprendió a finales de los 80, y posteriormente la de la España Verde fueron decisivas para impulsar el turismo entre los isleños
