Los españoles dedican la 'paga extra' del Estado a darse un capricho o tapar agujeros

Ha pasado más de un mes desde que se hiciera efectiva la devolución de los primeros 200 euros en las nóminas de los contribuyentes españoles, como parte de los 400 euros que se les deducirán del IRPF, una política anunciada por el Gobierno para capear mejor la crisis económica y mejorar el nivel adquisitivo de los hogares.

Esta medida, que afectaba a aquellos trabajadores que hubieran pagado con los impuestos más de 400 euros a lo largo del año, ha sido bien recibida, aunque no todos la aprueban. Mientras a unos les ha ayudado a tapar agujeros en la cuenta bancaria, otros han aprovechado estos 200 euros para el ocio y para compras extras.

En total, 16,5 millones de contribuyentes se han beneficiado de la medida, según los datos del Ministero de Economía y Hacienda. La deducción de 400 euros supone además una inyección en la economía española de unos 6.000 millones de euros en un año en el que el consumo está cayendo estrepitosamente.

A pesar del optimismo con el que fue lanzada la propuesta, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, admitió en el mes de julio que el efecto de la devolución de los 400 euros tendrá un menor impacto para el crecimiento de la economía del estimado inicialmente. La previsión inicial del Ejecutivo era que esta medida aportase “dos o tres décimas” al crecimiento de la economía durante el 2008, aunque Solbes dijo que será necesario esperar unos meses para poder evaluar el impacto real en la economía española.

Sin embargo, el crecimiento de la economía nacional evolucionó peor de lo esperado en estos meses y la previsión de crecimiento del PIB para el ejercicio actual se ha ido ajustando sucesisavemente hasta el 1,6% anunciado el pasado mes de julio por el propio Solbes.

Ante esta situación, desde la oposición, el Partido Popular criticó la actuación y denunció que las cifras demuestran que la famosa deducción “no ha servido para nada”. Además, criticaron que “las previsiones del Gobierno fueron irresponsablemente optimistas” y reiteraron que el Ejecutivo, con Zapatero y Solbes a la cabeza, “no es fiable ni genera confianza en los españoles o en las empresas, cuando cambia cada poco sus previsiones según comprueban lo alejadas que están de la realidad”.

El Gobierno admite ya que el Estado acabará el año posiblemente con un déficit de “algunas décimas”, frente al superavit previsto. Y es que, al descenso de los ingresos provocado por la crisis económica, habrá que sumar el coste de las medidas anunciadas por el Gobierno, entre ellas, los 6.000 millones de la deducción de 400 euros en el IRPF.

Con optimismo

En la calle se vive con optimismo la recepción de los primeros 200 euros de la medida (la otra parte de la ayuda se abonará prorrateada en los segundos seis meses del año), aunque sigue habiendo gente que desconoce las bases o que no sabe si tiene derecho a percibirlos o no.

En cuanto al efecto en la economía doméstica, disparidad de opiniones: para unos es una ayuda “que viene muy bien”, mientras que para otros “no es la solución”. Además, existe una gran desconfianza, ya que algunos perceptores están seguros de que tendrán que abonarlo de otra forma el próximo año.

Una cena, un bolso nuevo, una camiseta... son algunas de las respuestas de los españoles cuando se les pregunta en qué se han gastado los 200 euros. Algunos de los encuestados incluso aseguran que no los necesitaban, por lo que lo han gastado en algún consumo extra. Consuelo Martínez, empleada de banca, afirma que le han servido de poco. “Los he gastado en ropa”, pero además añadía que no le parece “ética esta política, porque no se debe ofrecer dinero a cambio de un voto”.

En cuanto a la conveniencia de la medida, también hay disparidad de opiniones. Para unos supone una “ayuda”, que no soluciona, pero “facilita”, mientras que otros son más críticos y consideran que, pese a ser una medida coyuntural, es “equivocada” porque lo que se necesita es una “solución estructural”. Por su parte, a quienes no se han gastado la 'paga extra' que recibieron a finales del mes de junio les ha facilitado llegar a fin de mes o, simplemente.

Respecto a la situación de la economía española, los encuestados no confían demasiado en que las medidas adoptadas por el Gobierno sean la solución, e incluso prevén que irá a peor después del verano.

La devolución de los 400 euro es, por tanto, una medida que levanta pasiones y que es bien recibida, aunque no todos lo vean como la mejor solución ante la actual situación de crisis económica que vive España.

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