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''En Madrid está el 20% de nuestra cifra del negocio''

Juan Manuel Castellano nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1974. En sus tiempos de estudiante de informática en la ULPGC se le ocurrió lo de Internet, ya que observaba como había alumnos que llegaban a la facultad a las ocho de la mañana y se quedaban más de doce horas conectados a la red para chatear y fue cuando junto a un compañero vio clara la oportunidad de negocio.

Obtuvieron el capital necesario para la empresa del tercer socio, Rodrigo, que actuó de business angel, licenciado en informática y diez años mayor que ellos y cuya familia tenía un buen posicionamiento económico.

Todo esto ocurrió antes del crack de las .com alrededor del 2001, el cual también pasó factura a la empresa. Este fue el principal hito. Otros fueron el paso de Internet de pago analógico a Internet gratuito analógico, que hizo que tuvieran que cambiar todo su modelo de negocio, que consiguieron pasar, y el siguiente hito fue el nacimiento de la banda ancha. Apostaron por ese carro, de forma tímida, piensa que tenían que haber arriesgado más, y les hubiese salido mucho mejor.

Destaca como momento crítico el 2002-2003. Idecnet era una empresa en la que su porcentaje de cifras de negocio venían de la venta de equipamiento, venta de hardware, hierro, PC, servidores y hubo un momento en el que se dieron cuenta que tenían que abandonar ese negocio antes de que se lo pisaran. Coincidió este momento con el cambio de analógico a banda ancha y ya habían sufrido para invertir en cambiar el modelo de negocio del analógico de pago al analógico gratuito. Entonces fue un momento duro para ellos, tenían que pagar los créditos de las inversiones de los 2 o 3 últimos años.

Idecnet desembarcó en Madrid a los pocos años de iniciar su andadura comercial, lo que “te abre muchas puertas”, dice, ya que te ven como empresa y, de hecho, durante un tiempo tuvo el centro de la empresa en la capital española. Luego saltó a Tenerife, pero en la actualidad los cuarteles generales los mantiene en Gran Canaria.

“El secreto está en darle al cliente un servicio personalizado y adaptado a sus necesidades, no como hacen muchas grandes compañías que se limitan a proveer la oferta del catálogo”. Señala que en la Península hay empresas que ofrecen la misma tipología de servicio, pero que en Madrid ellos son los primeros en prestar un servicio a la medida del cliente y se definen como “un poco artesano de esto”.

Cuando se le pregunta por los principales cambios actuales del sector, nos nombra el abandono del cobre por la fibra, ya que esto supone un cambio radical por la magnitud de las velocidades de acceso. Y no cree que haya cambios más importantes que ese, que piensa que es un cambio que durará los próximos 8 o 10 años, ya que hacer que llegue al menos al 50% de la población de los grandes núcleos urbanos es un trabajo “horrible”, reitera. Desconoce como va a evolucionar el sector, puesto que se trata de un mundo en que los cambios y las mejoras tecnológicas son impredecibles.

Piensa que no se pueden hacer aseveraciones sin riesgo a equivocarse a la hora de hablar de el acceso a Internet desde el móvil, y que lo que se dice hoy mañana mismo puede cambiar ya que se descubre una nueva técnica de multiplexación, pero opina que el espacio radio eléctrico es muy limitado para las necesidades de ancho de banda que hay en el mercado, es decir, que con las técnicas actuales de modulación, de multiplexación, es muy difícil con los móviles dar el servicio a todo el mundo. Cree que las redes móviles son un complemento pero que las redes fijas siguen siendo necesarias.

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