Obama presenta la reforma del sistema financiero más ambiciosa desde 1929
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó este miércoles su propuesta de reforma del actual sistema de financiero que pasa por otorgar más instrumentos al Gobierno para controlar o incluso liquidar grandes empresas que puedan poner en peligro la economía del país en caso de una bancarrota y por dar mayor poder a la Reserva Federal (Fed) para evitar en el futuro nuevas crisis como la actual.
En una esperada comparecencia en la Casa Blanca, Obama afirmó que los fundamentos del nuevo sistema en el que trabaja su administración para salir de la crisis requieren de mercados financieros “fuertes y vibrantes”, que operen bajo un marco regulatorio “transparente y justo” que proteja a los consumidores y a la economía estadounidense del “devastador colapso”.
“Nosotros no elegimos cómo comenzó esta crisis, pero tenemos una opción en el legado que nos deja esta crisis. Por eso mi administración ha propuesto una revisión exhaustiva del sistema regulatorio financiero, una transformación a una escala nunca antes vista desde la Gran Depresión”, anunció el mandatario estadounidense.
Entre otros aspectos, la propuesta de Obama plantea desde obligar a todas las empresas no financieras que operaban al margen del sistema bancario a estar supervisadas por las autoridades, hasta ejercer un mayor control sobre productos financieros como las tarjetas de crédito o las hipotecas y la creación de una nueva oficina que velará por la protección de los consumidores.
Más poder a la Fed
De aprobarse esta reforma, la Fed se convertiría en una institución con todavía mayor poder para supervisar a las empresas que puedan representar un peligro para la estabilidad financiera, incluidas aquellas que no pertenezcan al sector financiero, y en tiempos de crisis el Gobierno federal tendrá autoridad para controlar o incluso liquidar firmas que puedan suponer una amenaza para el sistema.
El presidente pretende aumentar la disciplina y la transparencia de los mercados y para reconstruir la confianza plantea la creación de un Consejo de Supervisión de Servicios Financieros que deberá identificar posible riesgos sistémicos y mejorar la cooperación interinstitucional, así como un nuevo supervisor bancario.
La propuesta también incluye el desmantelamiento de la Oficina de Supervisión de Entidades de Ahorro y Préstamo (OTS por su sigla en inglés) y, tal como ya adelantaron los medios en los últimos días, frenará la fusión de dos instituciones rivales, la Comisión del Mercado de Valores y la Comisión de Regulación de los Mercados de Futuros sobre Activos no Financiero.
''Abusos'' y ''riesgos''
Obama volvió a cargar las tintas contra los “abusos” de Wall Street y la falta de liderazgo político en Washington, pero fundamentalmente a los mercados, que llevaron tanto a las familias estadounidenses como a las grandes empresas a asumir “riesgos” que terminaron en la actual crisis. “No fue el fallo de individuos, fue el fallo de todo un sistema”, afirmó.
Con todo, consideró que pese a los “difíciles” momentos que atraviesa su país está convencido de que volverá a demostrar que están preparado para seguir llevando las riendas de la economía global. “Por eso estas reformas son tan importantes, porque ayudarán a los estadounidense a seguir viviendo su propio sueño”, indicó Obama, quien invitó a los líderes del Congreso a trabajar para aprobar la reforma.
El proyecto presentado por Obama y su equipo económico en la Casa Blanca representa la reforma más ambiciosa del sistema financiero desde la recesión de los años treinta y una vez hecho público será trasladado al Capitolio para que comience el proceso de negociaciones entre demócratas y republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado.
En la Casa Blanca hoy acompañaban a Obama algunos de los principales líderes del Congreso, como los demócratas Chris Dood y Barney Frank, presidentes del Comité Bancario del Senado y del Comité de los Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, respectivamente, o los republicanos Spencer Bachus y Richard Shelby.