La ocupación hotelera en Canarias baja dos puntos hasta situarse en el 77%
La ocupación hotelera de Lanzarote subió tres puntos al pasar del 71 al 74%, mientras la de Fuerteventura bajó del 82 al 73% y la de Gran Canaria del 84 al 79%. En la provincia de Santa Cruz de Tenerife, la isla capitalina pasó del 79 al 80%, La Gomera se mantuvo en el 80% ciento, La Palma bajó del 69 al 52% y El Hierro subió del 37 al 56%.
La estancia media de los turistas que se alojaron en los establecimientos hoteleros de Canarias en el mes de marzo fue de 7,76 noches, algo menos que el año pasado (menos 0,39 noches). Fuerteventura es la isla con mayor estancia media, ya que alcanza las 9 noches, seguida de Lanzarote, cuya media es de 8,73 pernoctaciones.
La Palma y El Hierro son las que menor estancia contabilizan, con una media de 5.32 y 5,53 noches.
Por debajo de la media estatal
La ocupación hotelera en Canarias se mantuvo prácticamente toda la Semana Santa en cotas de entre un 70 y un 75%, llegando de jueves a lunes a una ocupación del 90% en Tenerife y Gran Canaria y del 85% en Lanzarote, según indicaron fuentes del sector.
La ocupación hotelera durante Semana Santa se situó entre un 80 y un 85% de media, aunque según la zona de que se trate hay variaciones significativas.
Levante, pese al mal tiempo reinante en ese litoral durante los días de vacaciones, alcanzó el 85% de ocupación, destacando sobre todo las instalaciones hoteleras en la costa valenciana y alicantina.
La Costa Brava (Cataluña norte), tuvo una ocupación media del 70%, y la Costa Dorada (Cataluña sur), con un índice de entre el 85% y el 90%, mientras que para la Costa del Sol (Andalucía oriental), esta Semana Santa no fue “exitosa”, ya que la ocupación no superó un 50%, a excepción de algunos destinos puntuales, donde los hoteles rozaron un índice del 70%.
Para el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos (CEHAT), Joan Molas, los destinos de nieve son los que “más ocupación han tenido”, por encima del 90%.
No obstante, y pese a las cifras barajadas por el sector, Molas indicó que en términos generales, la Semana Santa de 2007 fue “muy similar” a la del año anterior en cuanto al sector hotelero y las condiciones meteorológicas fueron desfavorables para destinos de sol y playa, mientras que beneficiaron a los de esquí, especialmente a las estaciones del Pirineo aragonés.
Los destinos de nieve alcanzaron una ocupación de entre un 50% y un 60% en la primera parte de la semana, para superar el 90% durante los cuatro días festivos y de mayor afluencia de esquiadores.
A pesar de estos excelentes resultados alcanzados en Semana Santa, las estaciones de esquí españolas cerrarán esta temporada de invierno con una caída de un 35% en ingresos, a causa de las condiciones meteorológicas desfavorables del comienzo de la misma.
Aparte del buen comportamiento de destinos de nieve en Semana Santa, Molas destacó, en segundo lugar, que cada vez se observa una mayor diversificación hacia nuevos productos, como el turismo cultura, religioso o enológico, lo que benefició este año a Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León, comunidades que registraron una ocupación de entre un 80% y 90%.
También se apuntaron este año una buena Semana Santa las comunidades de Cantabria, Asturias y Galicia, con una ocupación de entre un 90% y un 100%, este último porcentaje alcanzado en algunos destinos puntuales como Santander.
El turismo religioso impulso el nivel de ocupación en varias ciudades andaluzas que, como Sevilla o Granada, lograron un índice del 90%.
En Madrid, se ocupó de promedio un 75% de las plazas disponibles durante los cuatro días festivos, aproximándose los hoteles del centro al 90%, mientras que en Barcelona, la ocupación hotelera fue del 85% de media.
Mayo y junio, flojos
En cuanto a las previsiones para el próximo verano, el sector espera, en principio, una temporada “parecida o algo mejor” que la de 2006, debido a la recuperación del mercado alemán, fundamentalmente en Baleares.
También cuentan con buenas perspectivas las costas, en especial la Costa Brava y Levante, donde las previsiones de venta se van cumpliendo.
No obstante, para la temporada baja de mayo y junio, las reservas están “flojas”, incluidas las Islas Canarias, pero a partir del 15 de julio y hasta septiembre, se observa una recuperación, especialmente en el segmento de sol y playa, motivada por la demanda nacional.