''Mi padre tenía los conocimientos propios del comercio pero ningún capital''
José Romo nació en Sevilla el 20 de setiembre de 1951. Su padre era comerciante de bisutería y cosas de plata; viajaba mucho a las islas y se quedaba dos o tres meses allí, hasta que un día decidió instalarse con toda su familia. Así fue como José llegó a Las Palmas de Gran Canaria a la edad de nueve años, allá por los años 60.
Una vez instalado en Canarias, el padre de José se dedicó a la venta de juguetes, ya que no había muchos comercios que ofrecieran este tipo de productos en las islas. Joman, empresa mayorista de juguetes, se creó en el año 74 pero dos años más tarde el padre de José murió, por lo que con 19 años el empresario tuvo que hacerse cargo de la empresa familiar, junto a su madre y sus cinco hermanos.
En 1986, con el advenimiento de las grandes superficies, José y sus hermanos decidieron que la pequeña tienda ya no eran rentable y crearon Jugueterías Nikki que hoy en día cuenta con 19 establecimientos ubicados en varios centros comerciales de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura. En la actualidad la empresa tiene más de 8.000 metros cuadrados de superficie de venta y exposición y más de 10.000 de superficie de almacén.
“Empezamos sin capital prácticamente, no teníamos ningún capital. Mi padre tenía los conocimientos propios del comercio” dice José mientras recuerda los comienzos de la empresa. Empezaron a trabajar con clientes y proveedores que confiaron en ellos. Poco a poco pudieron ahorrar y reinvertir en el negocio y ampliándolo.
Uno de los momentos clave fue en 1976 cuando se estableció en Canarias El Corte Inglés. La tienda recurrió a los mayoristas de juguetes para aprovisionarse, y Joman era una de los mayoristas más importantes en aquél momento. A partir de ese momento cuando lograron ampliar el negocio y pasaron de tener un depósito de 200 metros cuadrados a uno de 1000 metros cuadrados, lo que les permitió importar más mercadería y tener más clientes.
José dirige la empresa junto a cuatro de sus hermanos, cuenta que siempre han trabajado muy duro, “si había que venir un sábado, veníamos un sábado, si había que atender a un cliente a una hora tal, se atendía”, sin embargo cree que la nueva generación de la familia no tiene la misma mentalidad de trabajo. Reflexiona que tal vez el día que él y sus hermanos ya no estén para llevar adelante la empresa, tal vez sus hijos tomen las riendas de la misma manera que los hicieron ellos cuando eran jóvenes y su padre murió.
En el 2009 han finalizado de desarrollar un sitio web en el que se pueden encontrar fotografías y precios de los juguetes, pero José dice que no se ha vendido mucho a través de Internet “porque a la gente le gusta ir al establecimiento, coger el juguete, verlo y comprar”. Igualmente José cree que con el tiempo, el comercio on line irá aumentando, cuando la gente pierda el miedo a comprar en línea con tarjeta de crédito, se dará cuenta de lo cómodo y fácil que resulta comprar de esta manera.
Los niños son los principales clientes de José, respecto a ellos el empresario dice que han cambiado mucho, “los niños parece que nacen con una sabiduría grande, porque sobre todo las cosas electrónicas, los ordenadores, los jueguitos, tú los ves a lo mejor con seis o siete años y ya saben de todo, y a lo mejor, nadie les explica nada. Ellos mismos se meten en Internet buscan las cosas y hacen todo” dice sorprendido el empresario. José va viendo los cambios en el mercado en su propia vida, en las tiendas, hablando con los padres de los niños y en su propia familia, a través de sus nietos.
Los juguetes electrónicos, sin duda, han sido de los grandes cambios que ha vivido el rubro juguetería. El empresario recuerda que “los juguetes electrónicos empezaron hace tiempo ya, empezaron con unas maquinillas, por ejemplo Nintendo, que empezó haciendo unas maquinitas pequeñitas que nosotros traíamos directamente desde China. Las primeras venían de Japón, y nosotros vendíamos muchísimas máquinas, después Nintendo se hizo multinacional y se puso directamente en Estados Unidos primero, después en Europa y en España y ya teníamos que comprar a través de los distribuidores”. Hoy en día son productos que se venden bastante aunque este año han bajado un poco las ventas debido a las copias y a los juegos online. Igualmente todavía hay muchos clientes que prefieren tener sus propios juegos.
Antiguamente había más de 20 mayoristas de juguetes en Gran Canaria por lo que Joman tenía mucha competencia. Pero poco a poco esos mayoristas fueron cerrando y actualmente la empresa de José es la única que se dedica a la venta al por mayor, además de tener tiendas propias. Una de las claves del éxito de la empresa, según su propio director ha sido tener la visión de crear tiendas propias y mantener el negocio mayorista.