La UE espera el sí de la ACP para poner en marcha la reducción del arancel
La Comisión Europea y los productores latinoamericanos han aceptado un proyecto de acuerdo por el cual el actual arancel de 176 euros por tonelada sufría una primera rebaja a 148 euros por tonelada en 2009. Posteriormente se recortaría de forma gradual hasta llegar a 114 euros por tonelada en 2016. Sólo los países ACP se resisten al recorte arancelario.
La Comisión Europea opina que podrá pactarse el fin de la larga guerra del plátano ?que se inició en 1991- este “martes o el miércoles” en Ginebra (Suiza), aseguraron fuentes comunitarias.
Por el momento existe un “proyecto de acuerdo” que ya han aceptado los productores latinoamericanos y el Ejecutivo comunitario, por el cual la actual tarifa de 176 euros por tonelada se recortaría progesivamente hasta fijarse en 114 euros por tonelada en 2016. Sólo los países productores de África, Caribe y Pacífico (ACP), como Camerún, se resisten a aceptar este recorte arancelario
“Nosotros estamos de acuerdo”, sentenciaron estas fuentes cuestionadas respecto a la posición de Comisión Europea ante la oferta para pactar el fin del litigio bananero.
El principio de acuerdo respecto al régimen de importación de plátano al mercado comunitario prevé un primer recorte de la actual tarifa de 176 euros por tonelada que pagan las bananas latinoamericanas para acceder al mercado europeo hasta situarla en 148 euros por tonelada en 2009.
En 2010, el arancel sufriría un nuevo descenso de 5 euros y se fijaría en 143 euros por tonelada. Posteriormente la tarifa única seguiría rebajándose de forma gradual hasta situarse definitivamente en 114 euros por tonelada en 2016.
Esta nueva propuesta de pacto modifica la oferta inicial de Lamy, que es la base de las conversaciones, que preveía establecer la tarifa única en 150 euros por tonelada en 2009 y recortala progresivamente hasta llegar a 116 euros por tonelada en 2015.
Desde el pasado lunes 21 de julio, se llevan a cabo las negociaciones ministeriales de la Ronda de Doha, cuyo objetivo es avanzar en la liberalización comercial, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuya sede se encuentra en Ginebra. El conflicto platanero es uno de los temas claves para el éxito o el fracaso de estas conversaciones, aunque puede resolverse al margen del Ciclo ministerial.
A pesar de que el largo litigio platanero en el seno de la OMC enfrenta a la Unión Europea (UE) contra los productores de América Latina y Estados Unidos ?que cuenta con intereses en este expediente ya que sus empresas multinacionales como Chiquita y Dole comercializan las bananas latinoamericanas-, la aceptación o el rechazo por parte de los países ACP es relevante ya que han amenazado con bloquear otros aspectos de la Ronda de Doha en el caso de que no les convenga el acuerdo del plátano.
Los países de África, Caribe y Pacífico ?en gran medida antiguas colonias europeas- disfrutan de un trato preferencial en base al cual pueden exportar sus plátanos al mercado comunitario sin cuotas ni tarifas.
Estos países defienden el mantenimiento de una tarifa lo más próxima posible a los 176 euros por tonelada que se aplica desde el 1 de enero de 2006, ya que consideran que un recorte de la misma haría caer los precios en el mercado europeo y no podrían competir con las bananas latinoamericanas.
Misma postura que defiende el sector del plátano de la UE ?liderado por Canarias que produce aproximadamente la mitad del plátano europeo- que ha encontrado un “aliado” en los países ACP para frenar una reducción drástica de la tarifa.
Las fuentes comunitarias aseguraron que el “banano” es uno de los tres temas claves en las negociaciones agrícolas que se prosiguen en la Ronda de Doha. Junto al conflicto del plátano se sitúan el algodón y el mecanismo de salvaguarda, inidicaron.