La filoxera, la plaga más temida en el cultivo de la vid, sobre todo la de vinificación (la que más importa en Canarias), no para de dar malas noticias al sector vitivinícola de calidad en la isla de Tenerife (y claro que en toda Canarias), donde por ahora se han detectado focos, y ya son algunos, de ese problema fitosanitario grave.
A la presencia confirmada de la filoxera en zonas de La Laguna, Tacoronte y La Matanza, las primeras, y tras el reciente salto al Valle de La Orotava, ahora se conoce, según ha informado este viernes la propia Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, la posibilidad de que también esa infección esté en Candelaria, lo que confirmaría un nuevo salto, esta vez de la vertiente norte al sur, como previamente ocurrió de la comarca de Tacoronte-Acentejo a la del Valle de La Orotava. La evolución de esta crisis no pinta nada bien, mucho menos con la muy probable incorporación del Valle de Güímar a esa lista negra.
El Gobierno de Canarias, a través de la Consejería competente, acaba de reconocer que hay sospechas de nuevos casos o focos en una finca situada en el municipio de Candelaria, zona sur de la isla, y ello ha motivado que se hayan remitido al Ministerio de Agricultura (MAPA), al laboratorio oficial de referencia, muestras de plantas de explotación con síntomas compatibles con la filoxera.
El Departamento de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura envió esta misma semana al Laboratorio Nacional de Referencia (LNR) del MAPA tales muestras, con el objeto de confirmar que la sintomatología detectada en aquella finca particular es compatible con la presencia de filoxera en la vid.
Pese a no disponer aún del dictamen del laboratorio, la Consejería explica que, de manera preventiva, “el personal técnico de la Dirección General de Agricultura y de la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR Canarias) ha procedido a aplicar los tratamientos fitosanitarios correspondientes” y, según el procedimiento establecido por el Ejecutivo canario en la Orden de 20 de agosto de 2025, por la que se declaró de utilidad pública la lucha contra este insecto e infección, “se arrancarán y eliminarán, mediante quema controlada, todas las viñas de la parcela”. Es muy probable que este nuevo foco de infección se termine confirmando.
Tras la delimitación de un perímetro de 500 metros y la realización de nuevas prospecciones en la zona, “ninguna de las plantas en esa área han mostrado indicios de infección por filoxera hasta la fecha”.
Con estas nuevas apariciones, pendientes de confirmación y por primera vez en una comarca del sur de la isla, en el Valle de Güímar (también zona con denominación de origen protegida -DOP-), el balance de las 5.190 prospecciones realizadas en municipios de Tenerife arroja hasta la fecha un resultado de 5.110 localizaciones libres de filoxera (el 98,5%), mientras que hay 80 focos con presencia del pulgón (1,5%), todas ellas, por ahora y a la espera de lo que pase con el supuesto foco de Candelaria, en la vertiente norte de la isla y la mayoría concentradas en los municipios de La Laguna y Tacoronte, a los que se añaden La Matanza y La Orotava. Tenerife es la única isla del archipiélago en la que se ha detectado la presencia de filoxera.
La Consejería expone en la misma nota de prensa que, tan pronto el Servicio de Agricultura del Cabildo de Tenerife comunicó a la Consejería de Agricultura la detección de posibles síntomas de filoxera en una finca del municipio de Candelaria, lo que ocurrió en la mañana del 13 de octubre pasado, el Ejecutivo autonómico alertó esa tarde al consejo regulador de la DOP Valle de Güímar, ante la posible presencia de ese organismo nocivo en dicha área geográfica. La finca particular sospechosa no tiene vinculación alguna con las denominaciones de origen protegidas (DOP) de Canarias.
A la vez, se informó de la nueva situación al Ayuntamiento de Candelaria, con el objetivo de contribuir a la divulgación de los procedimientos para controlar y erradicar la filoxera. Este ya ha convocado una reunión con el sector vitivinícola local-comarcal en el salón de plenos municipal para el martes 21 de octubre, en la que también participarán el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife.
Plaga voraz y destructiva: lo peor
La existencia y voracidad de la plaga de filoxera en otras regiones de la Península, sobre todo a finales del siglo XIX, forzó la sustitución de vides en fincas infectadas por otras cepas resistentes (tras una potente inversión), las llamadas de pie americano (plantas de Vitis vinifera injertadas con raíces americanas, las resistentes a la filoxera). Esta transformación cuesta un dineral (según la DOP Islas Canarias, unos 30.000 euros por hectárea renovada).
En la actualidad, en el resto de España, hasta ahora no en Canarias, el 99% del viñedo está injertado: partiendo de un pie americano se obtiene la parte radical de la planta. La parte aérea será Vitis vinifera de la variedad correspondiente.
Esas cepas de pie americano están injertadas y por ello son resistentes a la filoxera, con lo que el principal problema recaerá sobre los varietales propios o autóctonos (de pie franco), justo lo que han dado el mayor impulso al vino de calidad isleño, aquí y fuera de las islas.
Hasta ahora, Canarias era el único territorio de España y Europa sin filoxera. Pero ahora Tenerife termina con esa singularidad, tan vendida en casi todas las etiquetas de los vinos de calidad tinerfeños y canarios, con DOP y también sin esta enseña.