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Rodríguez y Rosa, más que complicidad

La investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil determina bastantes contactos entre Juan Francisco Rosa y el concejal de urbanismo de Yaiza, Leonardo Rodríguez. La UCO considera que Rosa estaba influyendo en el cargo público para lograr que se incluyeran sus terrenos en el Plan General con la clasificación urbanística más ventajosa para sus intereses.

En septiembre de 2008 el concejal de urbanismo Leonardo Rodríguez (CC) y el empresario Juan Francisco Rosa se reúnen para comer. El encuentro se corrobora en una conversación interceptada en el teléfono de Honorio Nicolás García-Bravo (primo y socio del concejal) el 29 de septiembre en la que comenta con su padre que Leonardo y Rosa están reunidos en el restaurante La Bodega de Uga y que “le están poniendo los colores al Plan”.

El 24 de octubre Leonardo Rodríguez llama a Rosa y éste le pregunta por el Plan General de Yaiza. El concejal le contesta que se acaba de adjudicar a Jorge Coderch y Rosa le dice: “¿has tenido en cuenta lo que comentamos de aquella rotonda, esas cositas, qué?”. “Sí, sí, sí ?responde Rodríguez? y además no te preocupes que según vamos avanzando yo te voy comentando, y además, lo que hablamos en la comida”. Hablan de una bolsa de suelo, “de un futuro tremendo, para minicines, centros comerciales, lo que sea”, según Rosa.

Leonardo Rodríguez dice que la cosa no está clara y que el redactor lo veía mal pero que “ahora ya es cuestión de ir plasmándolo”. Asegura que hay que hablarlo con la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias y señala que tiene una reunión con el viceconsejero y con el director general de urbanismo y que les va a plantear “el tema ese que hablamos el otro día para ir cerrando y avanzando”. Rosa afirma: “pues por eso te quería, para ver si somos capaces de mover esa zona de abajo, coño, como sea” y Leonardo dice sí cuatro veces y Rosa dice: “nos va a caer una tremenda”. La reunión se produce el 11 de noviembre.

“Como habíamos comentado”

El 27 de noviembre, en otra conversación, Rosa comunica a Leonardo Rodríguez que le llama para que le explique “si el Plan sigue como lo habíamos comentado”. La relación de Rodríguez y Rosa es fluida. Incluso, unos días antes de Navidad, el concejal habla con el hijo del empresario para llevarle algo a Rosa a su casa. La Guardia Civil habla de “complicidad” entre ambos.

También en diciembre Rosa le llama porque el Ayuntamiento está revisando las tasas de algunas licencias y le ha llegado una carta a su socio Antonio Curbelo. Rosa le pide al concejal que lo haga “a partir de ahora”, no revisando lo anterior, porque va a suponer pagar más y por la situación de crisis económica.

Leonardo Rodríguez también habla bastante con otros promotores de Playa Blanca como Joaquín Cañada. Éste y Rodríguez viajan a Tenerife el mismo día en vuelos distintos (por problemas de espacio) y el segundo se reúne en la consejería para hablar del campo de golf de Montaña Roja y unas viviendas de protección oficial.

Cambio de estrategia

En noviembre, Lleó habla con su abogado Pepe González de los terrenos y le explica la nueva idea para la parcela de Costa Roja, que consistiría en que los hoteleros con establecimientos fuera de la legalidad compren suelo dentro de esa parcela para después cederlo al Cabildo como compensación para legalizar los hoteles.

González dice a Lleó que esa propuesta podría ser viable pero le recomienda que él no la proponga, sino que debe ser algún político quien la haga. Se habla de políticos socialistas como el secretario insular Carlos Espino, Manuel Fajardo o Manuela Armas, e incluso de Ezquiaga, redactor del Plan Insular de Ordenación. González llega a proponer a Lleó que sea Enrique (probablemente Martinón, propietario del Gran Meliá Volcán), quien interceda ante la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, a la que al parecer tiene acceso.

“Lo tenía amarrado de antes”

La propuesta de que los hoteleros compren el suelo de Costa Roja se la traslada después Fernando Becerra a Espino, a quien le había ofrecido previamente una comisión que dio pie a la investigación. Becerra asegura hasta en tres ocasiones, en esta conversación y en otras (incluso en la primera, de 5 de junio), que el Ayuntamiento de Yaiza “lo tiene amarrado Luis con Leonardo”, que “lo tenía amarrado de antes”. Le dice que “el asunto en Yaiza está arreglado” y que Leonardo está “totalmente alineado”.

El juez César Romero, ante estas declaraciones, ordenó una investigación patrimonial de Leonardo Rodríguez, su entorno y las sociedades en las que aparece como administrador. Gracias a esta investigación se llega a conocer que Rodríguez es representante legal de 'Acuña y asociados', de la que es administrador solidario Jerónimo Campón, el asesor fiscal de Lleó, encargado de la operación de compra-venta de la parcela de Costa Roja y antiguo administrador de la sociedad del mismo nombre. También se determina que la casa de Leonardo Rodríguez fue comprada a una sociedad de Juan Francisco Rosa, Teckatum.

Leonardo Rodríguez también tiene bastantes conversaciones con Honorio García Bravo y con su hijo, del mismo nombre, que son tío y primo de él, respectivamente. El hijo, además, comparte despacho profesional de ahogados en Arrecife con el concejal. En una ocasión, ambos hablan de una licencia para una estación de servicio que necesita calificación territorial del Cabildo y que es una de las piezas separadas de la Operación Unión. Tanto el padre como el hijo están imputados también.

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