La administradora de la Agencia de Protección Medioambiental visitará la costa del golfo de México
VENICE, EEUU (Reuters/EP)
La administradora de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, Lisa Jackson, visitará este domingo la costa del golfo de México para supervisar la respuesta que está dando este organismo al vertido de petróleo provocado por la explosión que se produjo hace un mes en una plataforma petrolífera gestionada por la empresa británica BP, mientras que el secretario del Interior, Ken Salazar, se dirigirá al Centro de Mando de BP, en Houston (Texas), para recibir información actualizada por parte del equipo científico federal que está intentando solucionar el problema.
El presidente estadounidense, Barack Obama, achacó el sábado el derrame a una “falta de responsabilidad” de BP. Obama, que anunció la creación de una comisión que va a investigar lo ocurrido, dijo que las perforaciones que se están realizando frente a la costa para extraer petróleo sólo podrán seguir adelante si existen garantías de que no se volverán a producir accidentes como el del mes pasado.
El derrame de crudo ha llevado a muchos a poner en duda una propuesta que había hecho el presidente para ampliar las perforaciones en el mar en busca de petróleo como parte de una estrategia para ganar el apoyo del Partido Republicano para su proyecto de ley contra el cambio climático.
Aunque aseguró que Washington también rendirá cuentas por posibles fallos en la supervisión de la industria petrolera, Obama aumentó la presión sobre las empresas relacionadas con el desastre: BP, Halliburton y Transocean. “Lo que causó este desastre fue una falta de responsabilidad por parte de BP y quizás de otros, incluidos Transocean y Halliburton”, subrayó. “Y seguiremos haciendo responsables a las compañías implicadas”, agregó.
En la orden ejecutiva en la que anunció que el ex senador demócrata Bob Graham y el antiguo jefe de la Agencia de Protección Ambiental William Reilly serán quienes copresidan la comisión, Obama también hizo referencia, por primera vez, a la posibilidad de que se lleve a cabo una investigación penal. El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, acogió con satisfacción el establecimiento de la comisión y se comprometió a trabajar con sus integrantes.
En las frágiles marismas situadas en los márgenes del delta del Mississippi ya se pueden ver capas de petróleo de color óxido que están provocando daños en las zonas de pesca y a la fauna y la flora. El derrame ha perjudicado a los pescadores porque las autoridades federales ya no les permiten faenar en amplias zonas de las aguas del golfo.
Muchos creen que este desastre se ha convertido en el peor derrame de petróleo ocurrido en la historia de Estados Unidos, superando el accidente del Exxon Valdez, ocurrido en Alaska en 1989.
BP y la Agencia de Protección Medioambiental están discutiendo sobre los dispersantes que está usando la compañía para contener la marea negra. El pasado viernes, la petrolera redujo su estimación sobre la cantidad de petróleo que está capturando con uno de los sistemas que está utilizando, un tubo insertado donde se está produciendo el mayor de los dos escapes: de 5.000 barriles de crudo diarios a 2.200. Su próximo paso es intentar tapar el pozo introduciendo fluidos pesados y luego cemento para sellarlo.
Muchos científicos rechazan la estimación inicial de que el pozo pierde unos 5.000 barriles de crudo diarios, defendida por la empresa británica, y señalan que es ridículamente baja y que en realidad podrían ser hasta 70.000 o más.