Las autoridades iraníes ratifican que Jamenei no puede ser cesado
TEHERÁN, 13 (Reuters/EP)
El líder supremo de Irán, el gran ayatolá Alí Jamenei, no puede ser apartado de su cargo porque su autoridad procede de Dios, según ratificaron hoy fuentes cercanas al máximo dirigente iraní, cuya figura se ha visto indirectamente afectada por las protestas desencadenadas tras las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, que sumergieron a la república islámica en la mayor crisis interna desde la revolución de 1979.
La posición de Jamenei ha sido confirmada por su representante en las Guardias Revolucionarias --el ala ideológica del Ejército iraní--, Mojtaba Zolnur, ante una reunión de portavoces del gran ayatolá celebrada en Qom, donde aseguró que ni siquiera la Asamblea de Expertos, el órgano consultivo que le eligió, podría expulsarle del poder porque Jamenei “no resultó elegido, sino revelado”.
“No es que el líder supremo pueda ser sustituido cada vez que les place a la Asamble ade Expertos”, según declaraciones recogidas por la página web Mowjcamp, afín al oponente del presidente Mahmud Ahmadineyad (subordinado a los dictados de Jamenei), Mir Hosein Musavi. Teóricamente Jamenei puede ser cesado por la Asamblea, pero es un sistema que jamás ha sido puesto en práctica.
“En el sistema islámico, la legitimidad del líder supremo procede de Dios, del Profeta Mahoma y de los imanes chiíes, y no corresponde al pueblo concederle la legitimidad correspondiente para cesarle cuando deseen”, declaró Zolnur. “La legitimidad procede de 'arriba' y es el pueblo quien lo acepta”, aseguró.
De este modo, el portavoz mantiene que Jamenei tiene la última palabra sobre cualquier asunto de estado según el sistema establecido por su predecesor, el legendario ayatolá Jomeini, la norma del “Velayat E Faqih”, que concede potestad total a los juristas religiosos del Islam: en ausencia de Mahoma, el gran ayatolá es la voz de Dios.