Berlusconi creía que la fiscalía no podría demostrar las acusaciones
ROMA, 17 (EUROPAPRESS)
Los documentos de la Fiscalía de Milán acerca de las acusaciones contra el primer ministro, Silvio Berlusconi, por prostitución de menores recogen una conversación entre éste y la consejera regional de Lombardía, Nicole Minetti, en la que el primero asegura que la fiscalía “no podrá demostrar nunca que él sabía que era menor”, en referencia a la joven marroquí Kharima El Mahroug, más conocida como 'Ruby'.
Según las pruebas recogidas por la Fiscalía y publicadas en el diario 'Corriere della Sera', la Policía habría interceptado una conversación entre Minetti y Berlusconi en la que la consejera avisaba al primer ministro de que Ruby sería interrogada por la fiscalía. Sin embargo, Berlusconi habría sostenido que “nunca podrían demostrar” que sabía que Ruby era menor cuando participó en las fiestas de su residencia de Arcore.
El abogado de Ruby, Massimo Dinoia, ha reiterado que la joven “no es una prostituta” y que “nunca ha tenido relaciones sexuales con el primer ministro”.
Los documentos de la Fiscalía de Milán acerca de las acusaciones contra 'Il Cavaliere' por prostitución de menores y extorsión han sido enviados a la Junta de Autorización del Parlamento, para que dé su visto bueno para continuar las investigaciones.
El presidente de la Junta, Pierluigi Castegnetti, ha señalado que la petición de la Fiscalía de Milán será publicada en el Boletín Oficial de la Cámara de los Diputados. Esta petición se centra sobre todo en el registro de las oficinas del hombre de confianza y contable de Berlusconi, Giuseppe Spinelli, quien se negó a que la Fiscalía registrara su apartamento y sus oficinas.
Según ha señalado la Fiscalía, las investigaciones apuntan a que en las oficinas de Spinelli se podrían encontrar las pruebas de los pagos a las presuntas prostitutas que habrían participado en las fiestas en la villa de Arcore.
Sin embargo, en los documentos que se han enviado al Parlamento, la Fiscalía ha incluido una serie de peticiones para investigar los teléfonos y pedir la comparecencia de Berlusconi ante los tribunales entre el 21 y el 23 de enero.
