Castro no despeja incógnitas sobre el futuro de Cuba en una nueva aparición

El convaleciente líder cubano, Fidel Castro, reapareció este viernes en una entrevista emitida la televisión estatal en la que conversó sobre asuntos internacionales, se refirió a los rumores que circulan en torno a su salud y evitó, de nuevo, hablar sobre el futuro de Cuba.

Castro, de 81 años, apareció sentado, con ropa deportiva, y con buen semblante durante la entrevista, de una hora de duración, grabada la tarde del viernes y emitida en diferido en la Mesa Redonda Informativa, el programa político estelar de la televisión estatal cubana.

Hacía más de 100 días que los cubanos no veían una imagen del jefe de la revolución, que delegó el poder en su hermano menor, el general Raúl Castro, el 31 de julio del 2006 obligado por una grave enfermedad intestinal cuyos detalles no han sido difundidos.

Durante la conversación, Castro, animado por momentos, abordó algunos de los asuntos a los que se ha referido en la serie de “reflexiones” que comenzó a publicar el pasado marzo, como las críticas a Estados Unidos, el cambio climático y la guerra en Oriente Medio.

El jefe de la revolución mostró algunos de los libros que está leyendo en estos días e hizo especial mención a las biografías de la ex primer ministra británica Margaret Thatcher, el ex presidente estadounidense Ronald Reagan, y el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, consultó los textos y leyó algunos fragmentos.

Con sentido del humor, se refirió a los rumores sobre su salud, que aumentaron durante las últimas semanas debido a la falta de imágenes sobre el líder cubano.

“Bueno, aquí estoy, que si estaba moribundo, que si se murió, si se muere pasado mañana, bueno nadie sabe que día se va a morir”, bromeó.

También habló sobre los comentarios que han suscitado sus escasas apariciones vestido con una chaqueta de chándal de la marca Adidas, con los colores de la bandera cubana (azul, rojo y blanco) y su nombre grabado en la pechera.

“Esto me lo critican a mí, pero esto es lo que me da el INDER (Instituto Nacional de Deportes), no se me ponen a cobrar”, comentó. “También una multinacional de ésas les hace la ropa a nuestros deportistas”, añadió.

“Yo no busco ninguna elegancia, ninguna publicidad (...). Lo otro es ponerme el traje que usé durante toda la vida”, apuntó, en referencia a su tradicional uniforme verde olivo.

Fidel Castro, que concluyó la entrevista enviando un “fuerte abrazo” al pueblo cubano, no se refirió a la situación interna de Cuba ni a la posibilidad de que encabece de nuevo la lista a las elecciones presidenciales, inicialmente previstas para marzo, tal como han apuntado algunos altos funcionarios de la isla.

Tampoco hizo mención alguna a la labor de su hermano Raúl, que ha reconocido que el país no ha salido del periodo especial y necesita reformas estructurales y que, durante los últimos meses ha tratado de impulsar medidas para combatir la corrupción y el despilfarro y frenar la crisis económica que sufre la isla.

Castro no se refirió tampoco a las últimas declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, su amigo personal y principal aliado en la región, quien este jueves afirmó en Manaus (Brasil) que “le cambiaron casi toda la sangre” en “no sé cuántas transfusiones”.

Chávez, convertido desde hace 14 meses en una suerte de portavoz de La Habana sobre la salud de Castro, instó a su colega cubano a volver a enfundarse en su uniforme verde olivo y se mostró convencido de que “Fidel puede vivir 100 años más”.

El líder cubano no aparece en público desde el 26 de julio del año pasado y en su larga convalecencia sólo ha sido visto en fotografías y vídeos, la última, el 5 de junio, en la primera entrevista que ofreció la Mesa Redonda.

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