El Consejo de Seguridad condena la toma de Goma por los rebeldes del M23

NUEVA YORK, 21 (Reuters/EP)

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha adoptado de forma unánime una resolución de condena contra la toma de la localidad de Goma, capital de Kivu Norte, en el este de la República Democrática del Congo, por parte de los rebeldes del M23.

Así, el Consejo de Seguridad ha solicitado “la retirada inmediata del M23 de Goma, el cese de todo avance por parte del grupo, su disolución y entrega de las armas por parte de sus miembros”.

Los combatientes del M23 han conseguido entrar en la ciudad después de varios días de enfrentamientos con los soldados y con las fuerzas de paz de la misión de la ONU (MONUSCO), lo que ha provocado una nueva crisis de refugiados, con la huida hacia Ruanda de decenas de miles de habitantes y desplazados internos de Goma.

“La ciudad de Goma ha caído a las 11:33, hora local, y a pesar de los ataques con helicóptero y armamento pesado, el Ejército de la RDC ha dejado la ciudad en nuestras manos”, declaró este martes el portavoz del M23, coronel Vianney Kazarama. Los rebeldes han abierto un corredor para facilitar la retirada de las tropas del Gobierno, añadió. Un testigo de Reuters ha visto a cientos de soldados rebeldes fuertemente armados recorriendo las calles de la ciudad y sin encontrar ninguna resistencia.

Fuentes de la ONU han declarado a Reuters que las fuerzas de la misión decidieron renunciar a la defensa de la ciudad después de que las tropas congoleñas se retiraran de sus posiciones. “Si se van los soldados de la ciudad y no queda ni un alma, ¿qué podíamos hacer nosotros cuando entrasen ellos en la ciudad?”, manifestó un alto responsable de la MONUSCO bajo condición de anonimato.

Poco después, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha denunciado que los civiles están sufriendo continuas violaciones de los Derechos Humanos por parte de miembros del grupo rebelde M23.

“Los avances realizados por el grupo rebelde M23 en los últimos días han venido acompañados por un importante número de violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho internacional contra la población civil, especialmente contra los que intentaban abandonar la zona de enfrentamientos”, ha declarado Pillay, a través de su portavoz, Rupert Colville.

FORMACIÓN DEL M23

El M23, formado sobre todo por antiguos rebeldes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) integrados en el Ejército tras los acuerdos de paz de 2009, se alzó en armas el pasado mes de abril en el este de la RDC al mando de Bosco Ntaganda, un antiguo militar inculpado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional (TPI).

Desde entonces, el M23 ha sido acusado del reclutamiento de niños y de la ejecución sumaria de reclutas y prisioneros de guerra. Los enfrentamientos entre el Ejército y el M23 se reanudaron el pasado 14 de noviembre en las localidades Kibumba y Kurumba. Ambos bandos se han acusado mutuamente de haber provocado el recrudecimiento del conflicto.

El M23 había emitido ayer lunes un ultimátum al Gobierno de Kinshasa en el que le daba un plazo máximo de 24 horas --que ya ha vencido-- para suspender su ofensiva armada y desmilitarizar la ciudad y el aeropuerto de Goma. En caso de incumplimiento, los rebeldes se reservaban el derecho a “continuar con su resistencia contra el Gobierno de Kinshasa hasta conseguir su derrocamiento”.

En el texto, el M23 acusaba al Ejecutivo de Joseph Kabila de haber violado los acuerdos de paz de 2009 que permitieron la integración de los antiguos rebeldes tutsis en el Ejército y exigía el inicio de negociaciones directas en un plazo de 24 horas para hacer llegar sus reclamaciones.

En respuesta, el Gobierno declaró que el M23 es “una ficción creada por Ruanda para ocultar sus actividades criminales contra la RDC” y anunció, en declaraciones a Reuters de su portavoz, Lambert Mende, que Kinshasa no negociará con “un grupo ficticio que no tiene ningún valor”.

Un reciente informe confidencial del Grupo de Expertos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha acusado al Gobierno de Ruanda de estar apoyando directamente al M23, el cual recibe “órdenes directas” del ministro de Defensa de Ruanda, el general James Kabarebe, a través del jefe de su Estado Mayor de la Defensa, el general Charles Kayonga.

RUANDA ABOGA POR EL DIÁLOGO

Este mismo martes, la ministra de Asuntos Exteriores ruandesa, Louise Mushikiwabo, ha defendido que la opción militar ha fracasado y que el diálogo es la única salida para poner fin al conflicto en la República Democrática del Congo.

“Al centrarse en echar culpas e ignorar las causas, la comunidad internacional ha desaprovechado la oportunidad de ayudar a la RDC a restaurar la paz”, ha lamentado la ministra en un comunicado.

El presidente de Ruanda, Paul Kagame, hablará precisamente en cuestión de horas con su homólogo congoleño, Joseph Kabila, en el marco de la cumbre extraordinaria de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (CIRGL).

Ambos mandatarios han llegado al aeropuerto Entebbe, en Uganda, y tienen previsto verse con el presidente ugandés, Yoweri Museveni, antes de un cara a cara que “previsiblemente” ocurrirá “mañana por la mañana”, según fuentes gubernamentales de Uganda consultadas por la agencia Reuters.

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