El Gobierno británico no decidió invadir Irak hasta que el Parlamento lo aprobó

LONDRES, 19 (EUROPA PRESS)

La participación de Reino Unido en la invasión de Irak no se decidió hasta que el Parlamento lo aprobó, según afirmó hoy martes el ex ministro de Defensa Geoff Hoon en el marco de la investigación oficial que está tratando de esclarecer los motivos que llevaron a Reino Unido a participar en la invasión.

Según Hoon, Reino Unido siempre tuvo la esperanza de que los esfuerzos diplomáticos sirviesen para desarmar al Gobierno de Sadam Husein y nunca dio un apoyo “incondicional” a la guerra. Habría sido “inapropiado” para el Gobierno discutir los consejos legales recibidos acerca de la guerra, añadió.

Unas cartas desclasificadas publicadas hoy por los responsables de la investigación demuestran que el entonces fiscal general del Estado, Peter Goldsmith, advirtió a Hoon en abril de 2002 de que había “dificultades considerables” para justificar la acción militar.

Finalmente, Goldsmith dijo al Gobierno unos días antes de la invasión, que se llevó a cabo en marzo de 2003, que esa acción sería legal, si bien antes había expresado su inquietud en un análisis previo.

Sin embargo, casi un año después de la invasión, el fiscal comunicó a Hoon que “no era consciente de la existencia de material que indicase la existencia de una amenaza inminente procedente de Irak que justificase la acción militar sin el respaldo de una autorización del Consejo de Seguridad” de la ONU.

EL GOBIERNO HIZO CASO AL FISCAL

El ex ministro de Defensa dijo, según la cadena BBC, que “no fue una gran sorpresa” que su evaluación inicial “finalmente se discutiese”, pero insistió en que la conclusión final del fiscal general fue “categórica” y dio a los ministros y al Ejército la garantía que necesitaban de que sus acciones iban a ser legales.

A lo largo de la investigación ha salido a la luz que el Ejecutivo no discutió la cuestión de la legalidad de la invasión pese a la presión ejercida por la ex ministra de Desarrollo Internacional Clare Short para que se tratase ese tema.

Hoon, que encabezó el Ministerio de Defensa entre 1999 y 2005, explicó que él entendió el consejo del fiscal como una opinión legal concluyente en lugar de como una cuestión política que debatirían los ministros. “Su decisión es que era legal. No sé cómo podría el Gobierno haberla ignorado”, manifestó.

A su juicio, la “asunción inherente” de que Reino Unido iba a participar en la invasión pasase lo que pasase era incorrecta. “Nunca asumí que estuviésemos en una posición como para recurrir incondicionalmente a una acción militar; de hecho, (no lo asumí) hasta que se votó en la Cámara de los Comunes” en marzo de 2003, aseguró.

Por otro lado, Hoon indicó que en el verano de 2002 ya parecía que Estados Unidos “iba en serio” con Irak porque los atentados del 11 de septiembre de 2001 habían cambiado totalmente la mentalidad de los norteamericanos en el ámbito de la seguridad.

“En aquel momento ya parecía una realidad”, opinó. “Creo que había un verdadero sentimiento de que los americanos estaban considerando de una manera muy práctica las consecuencias del discurso del 'eje del mal' y centrándose en Irak”, añadió.

FUERZAS DE TIERRA

El ex ministro de Defensa relató que en una reunión crucial en abril de 2002 con el entonces presidente estadounidense, George Bush, el entonces primer ministro, Tony Blair, solicitó información sobre los planes militares de Washington para comprender su política y tratar de “influir en ella”.

Pero a esas alturas, afirmó, el Parlamento “no tenía expectativas” de que Reino Unido fuese a enviar tropas a una futura misión militar y pensaba que era sólo una posibilidad que se convertiría en realidad si se reunían ciertas condiciones.

Estados Unidos asumió en octubre de 2002 que Reino Unido no iba a ofrecer fuerzas de tierra para la invasión y que sólo iba a dar apoyo aéreo y naval, dijo Hoon, que agregó que presionó al primer ministro, debido a la preocupación de los comandantes del Ejército, para que decidiese si iba a enviar tropas. Según Hoon, Reino Unido creía que tendría más influencia en Irak durante la posguerra si desempeñaba un “papel importante” en las operaciones militares.

Este jueves comparecerá ante la comisión Chilcot --llamada así por su presidente, John Chilcot-- el ministro de Asuntos Exteriores en el momento de la invasión, Jack Straw, y el 29 de enero, durante todo el día, lo hará Tony Blair.

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