Los Hermanos Musulmanes expresan su apoyo a los manifestantes sirios

AMÁN, 11 (Reuters/EP)

El líder del movimiento ilegalizado sirio Hermanos Musulmanes, Mohammad Riad Shaqfa, ha manifestado este lunes el apoyo de su formación a los manifestantes que reclaman la dimisión del presidente, Bashar al Assad, al tiempo que ha asegurado que la dura represión del Gobierno contra los opositores ha alimentado las movilizaciones.

En una entrevista concedida a Reuters, Shaqfa ha dicho desde Arabia Saudí, donde se encuentra exiliado, que los Hermanos Musulmanes no están detrás de las protestas contra el régimen sirio y ha expresado su respaldo a los manifestantes que exigen más libertades en el país.

El movimiento de Shaqfa fue aplastado por el régimen en Siria en 1982, cuando el entonces presidente, Hafez al Assad --padre del actual mandatario--, acabó con un levantamiento armado protagonizado por esta formación en la localidad de Hama, matando a miles de sus miembros. Los miembros de los Hermanos Musulmanes todavía pueden ser castigados por pertenecer a esta movimiento de acuerdo con una ley aprobada en 1980.

“Estamos con las exigencias del pueblo. No tenemos una organización en Siria por la ley de 1980 pero tenemos una gran presencia popular”, ha indicado Shaqfa, cuyo movimiento puso fin el año pasado a una tregua de 18 meses de duración que acordó con el régimen.

El líder de los Hermanos Musulmanes ha considerado que las promesas de reforma realizadas por el presidente, Bashar al Assad, son “calmantes” destinados a acabar con el “consenso de las masas” que exigen el levantamiento de la ley de emergencia, el final del monopolio del partido Baaz, la liberación de los miles de presos políticos, la convocatoria de unas elecciones libres y que se garantice la libertad de expresión y de reunión.

La ideología de los Hermanos Musulmanes en Siria tiene sus raíces en Egipto y es próxima a los postulados del Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, que está apoyado por Siria e Irán. Sus vínculos con Hamás fueron claves en la decisión de retirarse de la oposición al partido Baaz hace dos años. Entonces, los responsables de este movimiento político sirio indicaron que la prioridad era resistir ante Israel en lugar de derrocar a las autoridades sirias.

Figuras de la oposición y de los movimientos cívicos en Siria han criticado a este movimiento por considerar que está jugando del lado del Gobierno sirio para lograr un acuerdo de paz con Israel. Shaqfa ha asegurado que los Hermanos Musulmanes han renovado su papel de oposición hace varios meses.

Además, ha negado que su formación se haya reunido con un alto cargo de la Policía secreta siria en Estambul (Turquía) para cerrar un acuerdo que le permitiría volver a ser legal en Siria gracias a la derogación de la ley de 1980 que ilegaliza el partido.

“Estas sugerencias son infundadas. Las autoridades habían pensado que las muertes y el terror atemorizarían a las masas. El efecto ha sido el contrario. La represión sólo ha estimulado las manifestaciones”, ha dicho. Más de 90 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad sirias desde el inicio de las manifestaciones, incluidos decenas de manifestantes desarmados.

Las movilizaciones se han extendido por todo el país a pesar de los intentos de Al Assad de calmar la tensión con gestos como la promesa de cambiar la ley de emergencia o medidas para contentar a la minoría kurda y a los musulmanes suníes.

Shaqfa ha acusado al presidente sirio de estar utilizando la amenaza de las enfrentamientos sectarios para continuar en el poder y ha asegurado que los Hermanos Musulmanes no desean convertir Siria en estado islámico.

“Todos los tiranos juegan al mismo juego. Acusan a su propio pueblo de estar al servicio de una conspiración externa mientras emplean la violencia y la astucia para sobrevivir”, ha subrayado.

El presidente sirio, que pertenece a la minoría alauí, que representa a un diez por ciento de la población, ha asegurado que las manifestaciones contra el régimen forman parte de una conspiración extranjera que promueve las luchas sectarias. El lenguaje del actual presidente es similar al utilizado por su padre, Hafez al Assad, cuando decidió enviar las fuerzas gubernamentales a la ciudad de Hama en 1982 para aplastar un levantamiento armado de los Hermanos Musulmanes.

Shafqa ha subrayado que el recurso a la amenaza de las luchas sectarias no ayudará a Al Assad porque el pueblo “es consciente de sus tretas”. “Los sirios de todos los sectores están participando en las protestas”, ha remarcado.

Preguntado sobre el sistema político que le gustaría que hubiera en Siria si las revoluciones que sufre el mundo árabe consigue imponerse en el país, el líder de los Hermanos Musulmanes ha asegurado que su formación es partidaria de “construir una sociedad en la que los ciudadanos disfruten de libertad sin discriminación”.

“Creemos en el pluralismo y en las urnas. Tras alcanzar esta matea, remitiremos un manifiesto basado en un ordenamiento civil con el Islam como referencia”, ha indicado, antes de dejar claro que entonces “será el pueblo el que elija”.

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