Israel cree un “espejismo” las alternativas palestinas para retomar el diálogo

LONDRES, 5 (Reuters/EP)

El Gobierno israelí considera que no existen fórmulas alternativas a un acuerdo de paz negociado para lograr la estabilidad en Oriente Próximo y tachó de “espejismo” la visión palestina que defiende otras opciones.

El portavoz gubernamental, Mark Regev, afirmó en una entrevista a la BBC que “no hay duda” de que el proceso de paz entre israelíes y palestinos ha entrado en un “punto muerto”. En este sentido, criticó “que las autoridades palestinas hayan adoptado una política en la que rechazan comprometerse directamente con Israel”. “Y yo les preguntaría: ¿Cómo esperan lograr la paz si no quieren hablar con Israel?”, planteó Regev.

El jefe negociador palestino, Saeb Erekat (en la imagen), da por muertas las conversaciones directas con Israel, después de que no se hayan producido avances tras el fin de la moratoria que regía, hasta hace tres meses, sobre las construcciones en los asentamientos judíos de Cisjordania.

Por este motivo, ha defendido en varias ocasiones estudiar otras opciones: “Ya no necesitamos negociaciones”.

Erekat aboga por que el Cuarteto de Paz para Oriente Próximo --Unión Europea, Rusia, Estados Unidos y Naciones Unidas-- se implique en la redacción del acuerdo y por que el Consejo de Seguridad de la ONU dicte una segunda resolución sobre la situación de los asentamientos hebreos, algo que podría producirse este mes de enero. Como tercer punto, el dirigente reclama que la comunidad internacional acepte un Estado conforme a las fronteras de 1967.

Regev advirtió contra cualquier declaración unilateral por parte palestina y recordó que “hace dos décadas” el entonces líder palestino, Yasir Arafat, declaró un Estado independiente que logró el reconocimiento de algunos países. Pero, “¿qué consiguieron con este reconocimiento? ¿Cambio algo sobre el terreno?”, preguntó el portavoz israelí.

Alrededor de un centenar de países han reconocido el Estado palestino, aunque estos gestos apenas tienen repercusión en el posible avance del conflicto.

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