El príncipe heredero bahreiní insta a comenzar el diálogo nacional
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El príncipe heredero bahreiní, Salman bin Hamad al Jalifa, ha apuntado la necesidad de comenzar “inmediatamente” el diálogo nacional orientado a resolver la actual crisis política que vive el país, en el marco de las revueltas en el mundo árabe, según reza un comunicado recogido por la agencia estatal de noticias, BNA.
El heredero, a quien su padre le ha encomendado la tarea de liderar este diálogo para calmar el ánimo de los manifestantes antigubernamentales, ha asegurado que el momento actual ofrece las condiciones idóneas para comenzar con las negociaciones, después de que fueran destituidos los ministros de Vivienda, Salud y de Asuntos del Gobierno, considerados los “culpables” de las revueltas.
“Las acciones y los pasos dados en los últimos días para calmar la situación han facilitado una tranquilidad relativa que podría devolver al reino a su vida normal. Esta paz debe proporcionar el camino para comenzar con el diálogo nacional”, indica el texto.
En este sentido, Al Jalifa ha adelantado que en los próximos días enviará una serie de cartas a todas las partes implicadas en estas conversaciones para determinar los conceptos a debatir con el fin de garantizar el éxito del proceso.
De forma paralela, el príncipe ha advertido de la amenaza que suponen para este diálogo “aquellos que no quieren reformas y que trabajan para estancarlo por caminos que son inaceptables”, en referencia a los manifestantes que se han negado a abandonar las protestas y que continúan en la plaza de La Perla de Manama.
“Lamentablemente, estos disturbios han comenzado a dañar los intereses de los ciudadanos, su economía y sus condiciones de vida. Han dañado a las instituciones del sector privado, a los bancos, a las entidades económicas y financieras”, añade la nota.
Al menos siete personas han muerto en el marco de las protestas iniciadas hace semanas en la capital en demanda de una apertura democrática a la que el rey, Hamad bin Isa al Jalifa, se comprometió con la última reforma de la Constitución. Además, la población, mayoritariamente chií, exige un trato justo por parte de la elite dirigente suní.