Robert Gates admite que ''EEUU no está ganando la guerra en Irak''
Robert Gates, el candidato a sustituir a Donald Rumsfeld al frente del Pentágono, se sometió este martes a un duro interrogatorio sobre Irak en el Senado, en el que admitió que Estados Unidos no está ganando la guerra en ese país.
En la primera audiencia para su confirmación como secretario de Defensa, el que fue jefe de la Agencia Central de Información (CIA) reconoció que “lo que estamos haciendo ahora no es satisfactorio” y se declaró abierto a tener en cuenta nuevas ideas para reconducir el conflicto iraquí.
“Todas las opciones están sobre la mesa, en lo que respecta a cómo afrontamos el problema en Irak”, dijo.
En su opinión, los dos próximos años serán cruciales porque si no se consigue estabilizar ese país en ese plazo de tiempo, existe un riesgo real de que se produzca una “conflagración regional” en Oriente Medio.
Gates, de 63 años, aseguró a los senadores que le interrogan que, en caso de que le confirmen como sustituto de Rumsfeld, su gran prioridad será Irak.
Tras responder con un claro “no, señor”, cuando el senador demócrata Carl Levin le preguntó si creía que EEUU estaba ganando esa guerra, Gates precisó más tarde que Washington no estaba ni ganando ni perdiendo “en estos momentos”.
El mismo argumento defendió la Casa Blanca a través de su portavoz, Tony Snow, quien declaró a la prensa que no hay que centrarse en una sola frase de las que ha dicho el candidato a secretario de Defensa ni tampoco sacar de contexto sus declaraciones.
Según Snow, Robert Gates coincide con lo que opina el presidente, George W. Bush.
Lo demostró cuando los senadores le preguntaron en torno a una eventual retirada de tropas. Gates respondió con el argumento de Bush, en el sentido de que esa decisión depende de las condiciones sobre el terreno y de lo que recomienden los jefes militares.
Pero además dijo que poner fecha a una retirada sería como decir a los insurgentes “cuánto tiempo tienen que esperar para que nos vayamos”.
Gates adelantó su intención de viajar a Bagdad cuanto antes para discutir ésta y otras cuestiones con los comandantes militares, si el Senado le da el visto bueno.
Eso es algo que prácticamente se da por hecho, a tenor del ambiente en el que se ha desarrollado hoy la primera audiencia de confirmación, y teniendo en cuenta que los demócratas no han dado ninguna indicación de que pretendan bloquear su nombramiento.
Bush instó este martes a los senadores a que aceleren los trámites necesarios y le confirmen cuanto antes como secretario de Defensa.
El presidente hacía ese llamamiento en declaraciones a la prensa tras reunirse con el más que probable sucesor de Rumsfeld en la Casa Blanca, de quien se mostró convencido de que “será un buen secretario de Defensa”.
Gates conoce las dificultades de EEUU en Irak, entre otras razones, porque hasta que el presidente le designó para dirigir el Pentágono el pasado día 8 de noviembre, él era uno de los miembros de la comisión bipartidista independiente que busca posibles alternativas para salir del atolladero actual en territorio iraquí.
Esa comisión, encabezada por el ex secretario de Estado James Baker, divulgará mañana el informe final con sus recomendaciones y se las comunicará directamente al presidente, a quien el propio Baker ya le han transmitido hoy un adelanto.
En opinión de Gates, lo más probable es que ese documento no incluya “ideas nuevas”, más allá de las que ya son objeto de debate desde hace días.
Una de las recomendaciones del grupo de expertos puede consistir en involucrar a países vecinos, como Irán y Siria, en la búsqueda de una salida a la actual crisis de violencia en Irak.
Gates no se pronunció claramente al respecto, aunque manifestó que esos dos países influirán en la estabilidad a largo plazo en Irak.
Lo que sí dejó claro es su rechazo a la posibilidad de recurrir a una acción militar contra Teherán o Damasco. “Sería absolutamente un último recurso”, dijo al ser preguntado si apoyaría un ataque de EEUU contra Irán.