Ségolène Royal aboga por la descentralización del Estado
La candidata socialista a la Presidencia francesa, Ségolène Royal, propuso este domingo “renovar” algunos aspectos institucionales de la República, se declaró defensora del servicio público y abogó por una descentralización del Estado.
En Villepinte (afueras de París) Royal explicó este domingo su programa con vistas a las elecciones presidenciales del 22 de abril y 6 de mayo y lo hizo ante varios miles de simpatizantes, con el objetivo de detener su descenso en los sondeos de opinión y callar a quienes la critican por su falta de concreción en las propuestas.
Las últimas semanas han supuesto un descenso en la valoración de Royal, en coincidencia con la fuerte entrada en campaña de su principal rival, el conservador Nicolas Sarkozy, quien la aventaja en varios puntos en las encuestas.
Con una cuidada escenografía el mitin pretendía animar a las huestes socialistas y retomar la iniciativa desde el punto de vista político con la enumeración de un centenar de medidas que Royal se ha comprometido a aplicar si es elegida presidenta.
Mientras deja a otros la tarea de criticar y entrar el debate cuerpo a cuerpo con los rivales, Royal quiso hoy situarse por encima de esas querellas y hacer un discurso de “presidenciable”.
Frecuentemente interrumpida con aplausos y con gritos de “Ségolène presidenta” o “Vamos a ganar”, Royal desgranó durante dos horas un programa, que denomina “pacto presidencial”, con numerosas alusiones de carácter social.
Se trata de una defensa de lo público, en la tradición socialista, pero que se adentra en el terreno de la descentralización administrativa.
Royal aseguró que el Estado debe implicarse más en la creación de vivienda y en que sea accesible a los franceses, en el respaldo a los jóvenes y en el papel igualitario de la educación y la sanidad.
Entre las medidas concretas, se comprometió a aumentar un diez por ciento anual el presupuesto en investigación e innovación; a elevar un cinco por ciento las pensiones de jubilación; a construir 120.000 viviendas sociales; a dar un préstamo sin interés de 10.000 euros a los jóvenes para que “construyan su primer proyecto de vida” y a controlar las tarifas que aplican los bancos.
También propugnó la gratuidad de la sanidad para los menores de dieciséis años y que la anti-concepción no sea de pago para la mujeres hasta los veinticinco.
Desde el punto de vista institucional, planteó un reforzamiento del poder de control del Parlamento, la iniciativa legislativa popular, la incompatibilidad de cargos públicos y los jurados populares que evaluarán la labor de éstos, con la idea de someter a referéndum estos cambios antes de que acabe el año.
Presidenta de la región de Poitou-Charentes (oeste), Royal es partidaria de “aligerar” el peso de la Administración, sobre todo de la central, por lo que propuso limitar el número de Ministerios y “emprender una nueva etapa en la regionalización” con más competencias para estas entidades.
“Vamos a rejuvenecer este Estado jacobino, centralizado en exceso, que se derrumba por el peso de burocracias inútiles”, clamó la candidata socialista, que desde hoy cuenta con un nuevo lema de campaña: “Más justa, Francia será más fuerte”.
Menos sonriente que en otras intervenciones públicas, Royal habló con “gravedad” en un acto “solemne” que quería convertir en un “pacto de honor y de confianza” con los ciudadanos y que terminó con ella en el estrado en plan triunfadora y con unos seguidores entregados que cantaban el “bella ciao”, la canción de los partisanos italianos.