El líder de Al Shabaab afirma que sus tropas seguirán combatiendo
MOGADISCIO, 31 (Reuters/EP)
El líder del grupo insurgente islamista somalí Al Shabaab, Muktar Abu Zubeir, ha afirmado que sus tropas seguirán combatiendo contra el Gobierno y las tropas de pacificación de la Unión Africana (UA) pese a la retirada de la capital, Mogadiscio, y ha criticado a los luchadores de la milicia que han perdido la fe en la victoria y han abandonado la lucha.
En un mensaje de audio enviado a los medios de comunicación, Abu Zubeir ha asegurado que los combatientes mantendrán sus ataques contra los objetivos gubernamentales.
“Esta nueva fase del combate ha divido a la gente en dos grupos. Al Shabaab, un grupo leal que cree que la verdadera lucha acaba de comenzar y cree en la promesa de Dios de que habrá una victoria al final del camino, y un grupo de hipócritas que ha perdido la fe y no cree en la victoria”, ha recalcado Abu Zubeir.
Tras el repliegue de la capital no está claro de cuáles son los efectivos con los que cuenta Al Shabaab, pero Abu Zubeir ha reseñado que lanzará más ataques contra sus enemigos. Varios analistas han señalado que lo más probable es que el grupo insurgente vuelva a Mogadiscio y adopte tácticas de guerrilla.
“No hemos abandonado la lucha y no somos débiles. Ahora vamos a lanzar una nueva fase de la lucha contra vosotros que se mostrará como vuestro fin”, ha apostillado Abu Zubeir en su mensaje.
Asimismo, el líder del grupo ha criticado a las agencias internacionales de ayuda humanitaria, a las que ha acusado de crear dependencias entre la población.
“Las agencias de ayuda humanitaria y algunos países provocaron la hambruna y ahora pretenden hacer que quieren ayudar. Lo hacen por las siguientes razones: con intenciones de mercado, para convertiros a su religión y para colonizaros”, ha remachado.
Abu Zubeir se refiere a la situación generada en el país en 2006 a causa de la distribución de ayuda de grano por parte del Programa Mundial de Alimentos (PAM) justo en el momento en que los campesinos del país sacaron al mercado sus cosechas, lo que provocó que no pudieran vender y se enfrentaran a graves pérdidas económicas.
Tras las protestas derivadas de esta situación, Naciones Unidas prometió una investigación --que confirmó el error en el momento del reparto-- y no volver a repetir dicha actuación.
Sin embargo, en 2007 y con el respaldo del Ejército etíope se repitió la acción, hundiendo gran parte del sector por segundo año consecutivo. En ese contexto, Al Shabaab centró sus ataques en el PAM y marcó como objetivo la expulsión de las agencias internacionales de las zonas del país controladas por la milicia.