Toque de queda en China
El gobierno regional de Xinjiang, en el noroeste de China, impondrá el toque de queda en la ciudad de Urumqi a partir de la noche de este martes, según informó la agencia estatal de noticias, Xinhua, mientras miles de manifestantes de etnias musulmanas se han hecho con las calles de la capital regional.
El toque de queda estará en vigor desde las 21.00 hasta las 8.00 horas del miércoles, según horario local (tres de la tarde a dos de la madrugada en España), según la agencia, que citó al líder regional del Partido Comunista, Wang Lequan. Asimismo, Wang ha pedido que se ponga fin a los enfrentamientos étnicos en la región.
Exteriores insiste en acusar a los separatistas uigures
Por su parte, el Gobierno chino insistió este martes en su acusación de que los separatistas del Congreso Mundial Uigur (WUC, por sus siglas en inglés) y su líder, Rebiya Kadeer, están detrás de la organización de los violentos disturbios registrados el domingo por la noche en la capital de la provincia de Xinjiang, en el noroeste del país, y rechazó que se tratara de una manifestación pacífica como afirma esta organización.
“Cualquiera que califique la violencia de protesta pacífica está convirtiendo lo negro en blanco en un intento por engañar a la opinión pública”, afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Qin Gang, en rueda de prensa recogida por la agencia oficial Xinhua. Según el portavoz, lo que ocurrió fueron “asesinatos malvados, incendios premeditados y saqueos”.
Qin respondía así a las afirmaciones realizadas ayer por el WUC y por su líder, que aseguró que jóvenes uigures llevaron a cabo una “protesta pacífica” en Urumqi, la capital provincial, a la que las fuerzas del orden chinas respondieron con una “represión brutal”. Según el último balance oficial, más de 150 personas han muerto y otras mil han resultado heridas.
Este lunes, según Xinhua, la Policía de Xinjiang dijo tener pruebas de que el Congreso Mundial Uigur y Rebiya Kadeer habían orquestado los disturbios. Kadeer, empresaria uigur, fue detenida en 1999 acusada de perjudicar a la seguridad nacional y fue puesta en libertad bajo fianza en marzo de 2005 para que pudiera recibir tratamiento en Estados Unidos, donde actualmente vive exiliada.
Según Qin, “Rebiya Kadeer también está implicada en serios delitos económicos”. Sin embargo, afirmó, el Gobierno chino, por motivos humanitarios, le permitió permanecer fuera de custodia y recibir tratamiento médico y ella había prometido que no intervendría en a que pusieran en peligro la seguridad del país antes de abandonarlo.
Por otra parte, el portavoz defendió la transparencia en la cobertura de los últimos acontecimientos en Xinjiang, subrayando que unos 60 periodistas extranjeros se encuentran en la región tras los disturbios en un viaje informativo organizado por la Oficina de Información del Consejo de Estado (el Gobierno chino).
“China adopta un principio abierto y transparente sobre la divulgación de noticias y ofrece ayuda activa y facilidades a los periodistas extranjeros y chinos para cubrir las noticias en Xinjiang”, aseguró Qin, que sin embargo recordó a los reporteros que deben acatar las leyes y normas chinas y preocuparse de su propia seguridad.
Por último, condenó los ataques contra sus misiones en Países Bajos y Alemania y pidió a los gobiernos de los dos países que “adopten medidas para garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas e instituciones chinas así como la seguridad y dignidad de los diplomáticos chinos”.
Qin confirmó que la Embajada en Países Bajos fue atacada ayer por unos 150 separatistas de 'Turkestán Este', nombre que dan los uigures al Estado independiente al que aspiran. Asimismo, el consulado en Munich también fue atacado ayer con artefactos incendiarios por dos jóvenes no identificados.