Una nueva donación incrementa el legado Arozena en el Museo Naval de la capital
La rama grancanaria de la familia Arozena, los grandes constructores navales palmeros del siglo XIX, ha cedido, para su exposición al Museo Naval de Santa Cruz de La Palma, los retratos originales de Pedro Arozena Lemos y de su esposa María del Pino Grondona Pérez, se informa en nota de prensa.
Pedro Arozena Lemos fue hermano de José, Fernando, Félix y Sebastián, quienes compusieron la principal saga de constructores navales de Canarias en el siglo XIX, tras la llegada de su padre Cayetano Arozena a finales del setecientos a la isla de La Palma donde se asentó. Esta familia continuó en activo hasta comienzos del siglo XX, construyendo en torno a un centenar de embarcaciones, algunas de ellas entre los mayores navíos fabricados en astilleros canarios históricos, con desplazamientos en torno a las quinientas toneladas.
Pedro Arozena se radicó en Gran Canaria, donde ofició como capitán de marina mercante, dedicándose a la carrera de América con navíos construidos por sus hermanos, entre ellos la fragata Gran Canaria. No consta que él personalmente se dedicase a la construcción marítima, aunque no puede descartarse que, por conocimiento familiar, en algún momento participase en trabajos de arquitectura naval, ya que en el puerto de Las Palmas en la segunda mitad del siglo XIX tuvieron actividad astilleros en la zona de San Telmo.
Los retratos han sido cedidos al Museo Naval de Santa Cruz de La Palma por María del Pino Rodríguez García Arozena, bisnieta de Pedro Arozena, quien los ha enviado desde la isla de Madeira donde reside. La entrega a la directora del Museo Naval, Carmen Concepción, la ha realizado Manuel Rodríguez García Arozena, hermano de la cedente.
Con esta nueva incorporación a sus fondos, el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma aumenta su colección en torno a la familia Arozena, la principal estirpe de constructores navales de la historia de Canarias.
Recientemente, otra rama de la familia donó al museo el Atlas de Arquitectura Naval Arozena, reputado por especialistas en la materia como uno de los principales documentos bibliográficos de la construcción naval española del siglo XIX y que actualmente se muestra en una vitrina de la sala principal del Barco de la Virgen, sede del Museo Naval de Santa Cruz de La Palma.
Esta nueva donación sigue la estela de la llegada el pasado año 2018 de la Campana del velero La Verdad, obra de la familia Arozena, donada por el ciudadano americano Thomas cox que se desplazó a la isla para su entrega. La verdad es el velero de mayor fama que nunca se construyó en los astilleros de la capital palmera, dedicado a la carrera de Cuba y naufragado en Bermuda en las postrimerías del siglo XIX. A partir de este hito patrimonial, el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma ha iniciado una labor de investigación para poner en valor este episodio de la historia de la isla, que coincide además con lo que algunos intelectuales denominan el siglo de oro palmero.
Para finales de julio, está previsto que se celebren unas jornadas sobre el mundo naval en la capital palmera, en colaboración con el evento del Día del Corsario, a la que asistirán destacados especialistas en arqueología y construcción naval, para profundizar en el conocimiento y divulgación de los fondos del museo; entre ellos, el profesor de la Universidad de Texas Luis Filipe Castro, uno de los mayores especialistas mundiales en arqueología submarina.
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