Expertos analizarán en Los Llanos el ‘enigma’ de los esferoides prehispánicos’
El Cabildo de La Palma, a través de su Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, ha convocado una mesa redonda en la que se debatirá sobre un nuevo ‘enigma’ del Museo Arqueológico Benahoarita, señala en un comunicado.
La consejera del área, María Victoria Hernández, señala que en esta ocasión las piezas a estudiar y sobre el que se debatirá serán los esferoides prehispánicos, piezas líticas elaboradas en basalto y gabros. La mesa redonda estará constituida por los historiadores y arqueólogos María Antonia Perera, Juan Francisco Navarro y Jorge Pais, y permitirá la participación del público asistente.
La cita, bajo el título de ‘Los Esferoides Prehispánicos: un enigma a resolver’, es el próximo miércoles, a partir de las 20:00 horas, en Salón de Actos del Museo Arqueológico Benahoarita, en Los Llanos de Aridane.
La peculiaridad de estas piezas es que están decorados mediante profundas acanaladuras que forman diferente motivos de meandros y espirales, o han sido tallados en forma circular, ovoide, piriforme, uno de sus extremos terminado en punta o en pico redondeado.
María Victoria Hernández destaca que “respecto a su significado se han sugerido multitud de teorías que van desde armas arrojadizas, útiles pastoriles, contrapesos o representación de ídolos, entre otros. Sus extrañas formas, su precioso acabado, su acusado pulimento y su escasez inducen a pensar que podría tratarse de una especie de símbolos de poder o amuletos que conferían prestigio y protección a sus poseedores”.
El Museo Arqueológico Benahoarita cuenta con cinco piezas de este tipo, pertenecientes a donaciones particulares y al Fondo de la Sociedad La Cosmológica.
La última de estas donaciones es una pieza descubierta, de forma casual, durante el cultivo de unas huertas en Llano del Negro, Garafía, a comienzos de la década de los 60 del siglo XX. Fue entregado a Joaquín Toepke por esas fechas, permaneciendo con él más de 50 años tras recorrer buena parte del mundo.
Tras recalar en el municipio herreño de Frontera, el Cabildo de La Palma pudo recuperarlo en abril de 2014. Tiene forma oval y está recorrido por profundas y anchas acanaladuras que forman meandros. La materia prima es el basalto vítreo. Su aspecto lustroso y brillante se debe a su continuo uso.