“El traje típico corto estaba olvidado y yo lo he rescatado”

Sol Brito con su traje típico corto y la joven modelo Carmen Hernández Aguado. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

El traje típico corto de la diseñadora Sol Brito Lorenzo, que generó polémica cuando lo dio a conocer en 2013, no es ninguna ‘modernidad’, supone el rescate de una vestido tradicional que está documentado en fotografías de los años 1920 y 1927 depositadas en el Fondo Antiguo de la Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma, en cuyo salón noble ha presentado este viernes la exposición ‘Traje corto de La Palma. Ayer y hoy’, que podrá visitarse hasta el próximo 19 de junio. “Este traje fue una idea mía, porque veía que las niñas en las romerías se vestían normalmente de campesinas, no de magas, y que les resultaba muy incómodo y les daba calor, como me comentaba una hija que tengo adolescente”, ha explicado en el acto de presentación de la muestra, en el que reconoció que “quise cambiar el traje, pero en ese momento no estaba documentada, y como hubo tanta polémica, me fui al Cabildo y estuve mirando el libro que se editó sobre vestimenta tradicional; en la páginas 266 encontré un vestido semicorto, y entonces decidí dirigirme a La Cosmológica, y su equipo de investigación, que me ha ayudado muchísimo, localizó documentos gráficos que confirman que el traje corto existió en los años 1920 y 1927”. “Aunque no fue ese mi objetivo inicial, ahora he constatado que estoy rescatando un vestido que estaba olvidado”, ha subrayado. Además, añade, “a la gente joven hay que ofrecerle comodidad; la mujer no tiene por qué ser un esclava de la vestimenta, porque no lo era en los años 20”.

La joven modelo Carmen Hernández Jaubert lució este viernes con elegancia y donaire el traje de Sol Brito en el salón noble de La Cosmológica, donde posó para los medios de comunicación.

Sol quiere lanzar “un mensaje a los palmeros: no se ha tocado la artesanía ni las tradiciones, no tengan miedo a ponerse este traje, estamos rescatando algo que estaba olvidado, y tiene tanto valor el largo como el corto, porque el corto hacía muchísimos años que no se había visto, pero está ahí”, ha recordado. “Mi propuesta es solo un corte de falda de 50 centímetros, todo lo demás es igual, mis bordados son los mismos, las gasas y las telas son las mismas… El traje ha cambiado muchísimo a lo largo de los tiempos, en los colores de las telas, por ejemplo, pero mi traje es el mismo”, insiste.

Sol da mucho protagonismo al bordado. “En el vestido corto se aprecia con más detalle, está más en el campo visual de quien lo mira; lo más importante de la artesanía nuestra son los bordados, porque las telas sí que han ido cambiando, cuando empezaron eran de sacos de azúcar y ahora están confeccionadas en hilo; en mi traje, al ser corto, el bordado se ve más, se realza”, asegura. “La artesanía pura para mí está en los bordados tan exquisitos de La Palma, y agradezco a las artesanas que hayan bordado con tanto esmero; de corazón le doy las gracias”, indicó.

La diseñadora se muestra satisfecha con el rescate de este vestido. “Estoy muy contenta, y después que lo di a conocer, he recibido mis pequeños encargos; todo empieza poco a poco, yo me he trabajado mucho este vestido, llevo dos años luchando por él, y quizás algún día se convierta en el traje popular”, dice.

Además de la comodidad, el vestido de Sol tiene otra ventaja: el precio. “Sale más barato, porque uno largo está valorado en 1.500 o 2.000 euros; lo que más cuesta es la seda de la falda y la tela de la enagua, y si le quitas medio metro a cada pieza, con ese dinero que te ahorras puedes pagar para que te hagan los bordados, si no sabes hacerlos tú”.

Sol está centrada en su trabajo y se mantiene al margen de polémicas. “Soy una simple costurera a la que le gusta cambiar las cosas, y voy a hacer muchas más, pero quiero dejar claro que no busco la fama”. Sin embargo, la controversia que se ha generado en torno a este tema, sí le preocupa. “Me da un poco de miedo, se me ponen los pelos un poquito de punta cuando veo que se genera una polémica por estas cosas, por 50 centímetros de tela”.

En el acto de inauguración de la exposición intervino también la vicepresidenta de La Cosmológica, Rosa Aguado Jaubert, quien manifestó que “bajo la bóveda de nuestra Real Sociedad Cosmológica se configura constantemente un mosaico donde encajan todas y cada una de las ideas que nos ofrece el universo creativo y científico, y donde todos los hombres y mujeres, con empeño y vocación por la cultura en todas sus manifestaciones, puedan contribuir a salvaguardar una valiosa herencia y un futuro de pluralidad y tolerancia”. “En el marco de estos principios que definen nuestra razón de ser, esta noble institución pretende, con la exposición que hoy presentamos, dar a conocer una expresión artística de la costura popular tradicional que, si bien podemos creer que es novedosa y revolucionaria, ya había sido inventada en el primer tercio del siglo XX, como queda reflejado en las fotografías que forman parte de nuestro Fondo Antiguo”.

Aguado Jaubert recordó que la técnico María del Carmen Aguilar Janeiro es la responsable del Fondo Antiguo de La Cosmológica, y la encargada, por tanto, de inventariar y catalogar los documentos. En el texto que acompaña a la fotografía de 1927, en la que aparece un vestido corto, se explica que “las señoritas de la localidad de El Paso vistieron los trajes típicos de los pueblos de La Palma en la exposición de bordados a mano y tejidos de seda y otros organizada en el Teatro con ocasión de la visita del Excelentísimo Señor Ministro de Gracia y Justicia por el Alcalde Don Manuel F. Sosa Taño con la colaboración de Don Pedro Capote, Don Vicente Simón y Don Antonio Acosta”.

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