Asprocan dice que el plátano canario “no se tira a la basura” y reduce la retirada del mercado al 2,8% de la producción
La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) ha emitido un comunicado este lunes en el que precisa que el plátano “no se tira a la basura” ya que los que no se venden se donan a los Bancos de Alimentos y cuando no aceptan más cantidad, se secan para servir de alimento al ganado o se compostan para transformarse en abono.
Este colectivo apunta también que desde el comienzo del año la producción destinada al mercado nacional es de 270 millones de kilogramos mientras que la cantidad de producto retirado del mercado de origen es de 7,6 millones, lo que representa 2,8% de la cantidad total, cifras que difieren de las expuestas la semana pasada por la Plataforma por un Precio Justo y Auténtico para el Agricultor del Plátano de Canarias.
Asprocan destina al Banco de Alimentos una media de cuatro millones de kilogramos al año que interrumpe en agosto porque la ONG cesa su actividad en este periodo.
Además señala que las “medidas de gestión de crisis de mercados agrícolas” en la Unión Europea -caso de la pica o la donación- se establecen como consecuencia de la producción de productos naturales, altamente perecederos, que se encuentran en momentos de sobreoferta, “y cuya comercialización generaría para los productores endeudamiento adicional además de la pérdida económica propia de la actividad”.
En su opinión, se trata de una práctica que afecta a todas las frutas y hortalizas y que es parte de procesos reglados y aprobados expresamente por la autoridad pública competente.
En esa línea señala que “en ningún caso” se realizan para gestionar precios y mucho menos para actuar sobre el precio de venta al público, puesto que los productores no inciden en los precios de distribución y venta al público.
“Si la oferta de producto se encuentra en situación objetiva de precios que no cubren los costes de producción, el envío de volúmenes adicionales supone incurrir en costes inasumibles de transporte, distribución y mermas en destino (Península), con la consecuente desaparición de la actividad futura de los afectados”, detalla.
La asociación apunta, igualmente, que trabaja desde hace tiempo en busca de soluciones en la aplicación de las medidas de crisis ya que son los productores quienes se ven “profundamente afectados” por un mercado de precios mayoristas que “no cubren en estas ocasiones” los costes del producto, que no se puede almacenar y es perecedero en 15 días.
Asprocan avisa también del incremento de los costes de producción --un 30% en los dos últimos años y hasta un 44 % desde 2007-- y la “competencia desleal internacional” que no cumple con los derechos sociolaborales y medioambientales europeos.
“Desde Asprocan no comprendemos que la esfera pública sea escenario de guerras fratricidas sin mayor sentido que el de escenificar ante la sociedad las lógicas diferencias propias de cualquier colectivo sectorial y sin mayor intención, en apariencia, que la de generar debates que trasladen un alarmismo innecesario a una opinión pública que, percibimos, en ocasiones intenta ser manipulada a través de comunicaciones no representativas”, apunta.
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