Fran Garlaz: “Parece que molestamos cuando proponemos para La Palma un turismo de naturaleza y ordenado”
Un grupo empresarios, intermediadores turísticos, guías, gestores y otros integrantes que componen el sector del turismo de La Palma se reunieron en días pasado en El Paso con el fin de “dotar a la isla de un turismo de calidad y proponer y marcar un rumbo para el sector y aprovechar un recurso económico y social muy potente de manera que sea positivo y beneficioso”, señala Fran Garlaz, responsable botánico de la ecofinca Plátano Lógico de Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane, y empresario del sector turístico.
“Ante la ausencia de un plan turístico para el presente, para el medio plazo y para el futuro, gran parte del sector necesita certidumbre y capacidad de acción, por lo que nos hemos reunido para decidir qué queremos hacer y, una vez marcado un horizonte, construirlo”, dice.
“Antes del acontecimiento volcánico no existía un plan de futuro, y tras él tampoco, nos apena y da rabia que durante años se invirtieran cientos de miles de euros en poner a La Palma en el mapa (recuerden distinguirnos de Las Palmas, Palma, San Miguel…) y a día de hoy teniendo en la retina de todo el planeta nuestra ubicación y potencia, no se ha hecho nada”, afirma.
“La información e interacción con el sector no existe y las varias mesas de seguimiento que antes se convocaban con frecuencia, han dejado de existir”, añade.
“Queremos convertir a la isla en un destino atractivo, es más, estamos convencidos de que La Palma es un gran destino, pero no existe una clara línea de trabajo ni objetivos hoy por hoy, los lugares donde se promociona la isla y las ferias a las que se acude son de turismo al por mayor, de sol y playa, de hordas de hooligans que no queremos en nuestra casa. Estamos vendiendo diamantes en un puesto de chuches”, señala.
“Se les han ofrecido ideas, proyectos, trabajos a los gestores y no han sido escuchadas, muchas empresas ya venían atravesando un momento difícil, que aumentó con la pandemia, y ahora con el volcán más, muchos están echando el cierre”, afirma.
“Necesitamos más camas y más después del volcán, pero las camas que plantea el Cabildo y la Consejería pretenden convertir la isla en Maspalomas o Los Cristianos, cuando vemos que la tendencia del turismo hace que estos lugares estén siendo cada vez más rechazados por los viajeros”, sostiene.
“En un momento en que todos los destinos de Europa quieren parecerse a La Palma, La Palma desaparece del mapa y lo que vende podría ubicarse en cualquiera de estos lugares menos interesantes para un turismo cada vez más concienciado con el medio ambiente y la huella ecológica”, subraya.
“Parece que molestamos cuando proponemos un turismo de naturaleza, un turismo ordenado, con conciencia, porque los ciudadanos europeos que nos visitan no quieren grandes carreteras, están a diario en ellas, ojo, accesos cómodos y bien señalados, pero viene buscando originalidad y algo que les saque de su vida diaria. No quieren comer en comedores de 200, 100, ni de 50 comensales, quieren además productos locales, cocina local, personas que les ayuden a descubrir la isla, a valorarla y respetarla”, apunta.
“Pedimos una reunión con el presidente del Cabildo y con las consejerías implicadas (casi todas) con urgencia y la pedimos con rotundidad y que nos cuenten qué planes hay, en qué se está trabajando y cuáles son los objetivos a medio y largo plazo”, indica.
“Hemos generado un foro proactivo de trabajo teórico y de ejecución en el que han de estar también los gestores, nosotros entendemos que La Palma nos necesita a todos y nadie ha de ser excluido y esto lo hacemos viendo cómo se desaprovechan las oportunidades de hacer crecer la economía y el tejido social de una manera responsable, cuidando a sus habitantes y su medioambiente, situando a La Palma donde se merece y explotando de una manera racional y sostenible nuestros recursos para todos, para hoy y para mañana”, concluye.
0