Espacio de opinión de La Palma Ahora
¿Cuándo aprenderemos?
Comentaban unos amigos míos, reiterando unas palabras de don Benito Pérez Galdos, palabras que han dado la vuelta a España en los últimos años, que no hemos aprendido nada, y que la filosofía dominante es el 'ande yo caliente, ríase la gente'. Traducido, 'yo con mi sueldito y que no me metan en problemas'. Sin embargo las actuaciones públicas donde se despilfarra el dinero de todos, no nos olvidemos, siguen dando que hablar y eso que se dice que no hay dinero. ¿A qué actuaciones me refiero? Pues desde las visionadas en televisión hace unas semanas en el barrio de Gamonal en Burgos, hasta la plaza del siglo XXI que se está diseñando para Santa Cruz de La Palma, pasando por un edificio de servicios con un coste diferente dependiendo del momento en el que se publicita su construcción, edificio ya mencionado en este espacio, sin olvidar un nuevo guanche que se está mal construyendo en la Villa de Garafía, o el número de personas que visitaron FITUR en su última edición. En fin, podemos mencionar más ejemplos, pero lo peor es que ni las administraciones públicas han aprendido ni los ciudadanos hemos aprendido.
Al tiempo que se me ocurría escribir sobre este tema, han aparecido en otros medios, no sólo digitales, textos similares, pero no creo que sea una reiteración por mi parte tratar otra vez este tema, porque es necesario una y otra vez que la sociedad se conciencie de la imperiosa necesidad de cambiar el modelo social imperante, que nos conduce a dejarnos llevar por unos líderes y unos medios de persuasión que sólo en España buscan consumidores que enriquezcan a esas 20 personas que igualan los ingresos del 20% de la población, lo que equivale aproximadamente a unos 9.000.000 de personas.
Y por qué indica un servidor que no hemos aprendido nada, pues por los ejemplos diarios que veo a mi alrededor, menciono uno muy conocido. La mayoría de las personas sabe la marca y el modelo del último móvil del mercado, como si le fueran a sacar todo el jugo que el aparatito permite, y si todavía fueran adolescentes los que dejados llevar por modas, o por la colectividad, cayeron en esta espiral consumista, pero no, nos encontramos que son muchos los adultos que siguen gastando un dinero que puede que tengan, pero que en algunos casos no tienen, para mal pagar a plazos el milagroso dispositivo, acotando otras posibilidades de gasto más rentables para las familias. Quizás mencionar esta vorágine de los móviles no nos hace caer en la cuenta que dentro de unos años, cuando nos olvidemos de la crisis, nos pueden volver a ofrecer una hipoteca para una vivienda que no nos podemos permitir, con dinero extra para un vehículo, y volveremos a caer en la trampa, porque lo que se percibe en la calle es que no hemos aprendido nada.
Por otra parte, me pregunto cuándo aprenderemos, tanto políticos como ciudadanos de a pie, que el norte de nuestras actuaciones tienen que ser aquellas que permitan la mejora de la situación económica, y lo escribo abiertamente, porque hay personas que están perdiendo su salud, preocupadas por su futuro, y sin salud no somos nada. Por ejemplo, los autónomos societarios tengan o no empleados, y ganen lo que ganen, han pasado de pagar 261 euros al mes a 314 euros al mes a la seguridad social. Muestra evidente de que los gobernantes tampoco han aprendido nada.
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