¿De verdad, de verdad? No puedo creer que la isla presente con gran bombo y orgullo el rodaje de una producción noruega sobre aquel tema que tanto daño hizo a la imagen de La Palma como fue aquella teoría del derrumbe de la isla sobre el mar provocando un megatsunami que iba a arrasar las costas del Atlántico, incluida Nueva York; de verdad que nuestro Cabildo va a facilitar el rodaje de una producción sobre catástrofes, aún humeando el volcán y con gases en Puerto Naos y La Bombilla y la casa sin barrer; de verdad vamos a utilizar como desarrollo para La Palma un rodaje cuyo tema sea el derrumbe de la isla bonita que patrocinó aquella aseguradora inglesa y que tanto daño hizo a la imagen de nuestra isla, de verdad nuestras autoridades van a permitir que se ruede en La Palma una película sobre el fementido derrumbe de nuestra isla, para redundar más aún en La Palma como isla catastrófica; no, me niego, es mentira, debe ser el día de los Santos Inocentes o algo así, jajaja; es broma, ¿verdad,? Ya me parecía a mí que esto era un ‘fake’ de tomo y lomo, cómo iba a ser verdad esta promoción suicida de La Palma; bueno, bueno, las cosas que se inventan, qué graciosos, ya me parecía a mí que el tal derrumbe no da para más que para un merengue satírico que grabó en su día el Trío Zapatista y que decía algo así como que “dicen que va a venir una ola increíble, tranquilo, los cabildos son insumergibles”. Insumergibles sí, pero no tanto como para una superproducción de catástrofes en la que la catástrofe somos nosotros. No puede ser verdad.