Reserva Mundial del Rabo de Gato
Si prestamos atención a la voz de la calle oímos cosas sorprendentes como que La Palma se ha convertido en reserva mundial del rabo de gato, y cuando en algún otro lugar no tan reservado alguien está arrancando rabos de gato una mata le dice a otra: “Por mal que nos vayan las cosas siempre nos quedará La Palma”, remedando el célebre siempre nos quedará París del mítico film Casablanca.
Y es que el rabo de gato ha invadido La Palma como los talibanes Afganistán, casi sin que nos demos cuenta, poquito a poco se han ido rearmando, ocupando zonas estratégicas y mientras las autoridades diseñaban fabulosos planes para erradicarlos, los talibanes y el rabo de gato se iban extendiendo por todas partes dañando seriamente el componente esencial de la naturaleza, la biodiversidad. No va a ser nada fácil impedir que los talibanes, perdón, quise decir el rabo de gato, se siga enseñoreando de costas, montes y barrancos mientras nuestras hermosas especies autóctonas ni siquiera pueden escapar de Kabul.
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